Transplantan un corazón no compatible en el Hospital Garrahan

La beba de siete meses, quien fue la primera paciente en tener una intervención de este tipo en la región, evoluciona favorablemente.

Nahiara “pasará a la historia de los logros de la salud pública argentina”, afirmaron los médicos del Hospital Garrahan. ¿Por qué? Esta beba de 7 meses, que sufría una miocardiopatía dilatada, “acaba de recibir el trasplante cardíaco número 50” en el Hospital; es una de las trasplantadas “más pequeñas en 16 años de desarrollo de estos procedimientos” en ese hospital; “y es la tercera receptora de un órgano incompatible, lo que posiciona a la institución como la primera en alcanzar trasplantes exitosos de este tipo en América latina”, detallaron.

Nahiara recibió un corazón no compatible de otro paciente que estaba internado en el hospital. La operación fue realizada por el equipo de trasplantes del nosocomio, y, afortunadamente, ahora evoluciona favorablemente y ya fue trasladada a una sala común.

Cuando la beba tenía cuatro meses, su madre empezó a notar que sudaba y se agitaba mucho. Primero lo atribuyó al calor porque era verano, hasta que un día su hermana la convenció de llevarla al Hospital Penna, donde tras examinarla vieron que algo andaba mal. “Descubrieron que tenía el corazón dilatado, muy grande para su tamaño y me derivaron al Garrahan”, cuenta la madre.

El lunes 11 de julio el Instituto de Trasplante de la Ciudad de Buenos Aires brindó el dato de que “había un donante de apenas un año en el mismo hospital”. El problema era que al testear el grupo sanguíneo del donante y de Nahiara, éstos no eran compatibles. Sin embargo, los médicos del Garrahan pidieron “una vía de excepción” para poder llevar a cabo el trasplantarte.

“El hecho de que el donante estuviera en el hospital ahorró el tiempo de traslado de los ablacionistas y del órgano, que lleva la mayoría de los operativos”, destacó el cirujano encargado de la ablación, Gerardo Naiman.

El trasplante comenzó a las 0.30 del martes 12 de julio, tras un operativo que demandó más trámites de lo habitual por tratarse de un órgano incompatible, y concluyó a las 5.30. Utilizaron un protocolo de origen canadiense que reduce el riesgo de rechazo mediante la incorporación de componentes del grupo sanguíneo del donante en la sangre del receptor.

Medio centenar de operaciones realizadas hacen que “uno mire para atrás y se dé cuenta de la cantidad de gente que se ha esforzado para que esto sea posible”, reflexionó Horacio Vogelfang, jefe del servicio de Trasplante Cardíaco del Hospital, quien encabezó el equipo de 12 personas que operó a Nahiara.

“La verdad es que fue un milagro, estoy feliz, mi hija está evolucionando bien” y eso “me ayuda a darle esperanza a otras familias que pasan por la misma situación y necesitan la donación”, dijo la madre de Nahiara.