Trabajar más de 40 horas semanales aumenta el riesgo de derrame cerebral

Lo ideal es trabajar unas 35 horas y como máximo 40 a la semana, tanto para la empresa como para la salud del trabajador.

Una investigación dirigida por Daniel Cook nos confirma la idea que trabajar mucho, es decir, más de 40 a la semana hace que los trabajadores sean menos productivos que los que hacen menos horas laborales, pero además, los que trabajan más tienen más riesgo de padecer un derrame cerebral.
Cook es diseñador de juegos y ha publicado un conjunto de “Reglas de Productividad”,alegando que trabajar más de 40 horas te hace menos productivos en lugar de más. Dicho estudio salió en The Lancet.

En la actualidad Daniel es el director creativo de Spry Fox y con esta investigación nos ha enseñado cómo trabajar 60 horas a la semana podría conducir a un “déficit de la productividad”.

Además, también nos enseña 31 estudios que se han hecho al respecto en el que encontramos alternativas a trabajar tantas horas y evitar que nos de un derrame y que además la empresa sea más eficiente. Es más, con estos horarios más flexibles también se reduce el absentismo laboral. En total, las conclusiones se sacan del análisis de más de 500.000 personas, tanto hombres como mujeres y de partes muy diversas del mundo como Estados Unidos, Australia o Europa.
Las reglas de Cook también las insertó en el blog de LifeHacker, en el que razonó: “Si eres un empleado asalariado que no recibe pagos extras por tu tiempo, es como si estuvieras trabajando de forma gratuita.”
Los datos mostraron que el riesgo de que se produzca un derrame cerebral aumenta si se trabaja más allá de las horas tradicionales de 9am a 5pm. Es más, se comparó a personas que trabajan entre 35 y 40 horas con las que lo hacía unas 55 horas y se llegó a la conclusión que hay más probabilidades de que te de un derrame con 55 horas trabajadas a la semana, es decir, en porcentaje sería un 33% más.
Aún queda mucho por descubrir pero quieren seguir trabajando sobre el tema de las horas para el bien de las empresas y de la salud de los trabajadores. Se quiere demostrar que las siestas o descansos en los trabajos también son favorables para ambos lados, empresario y trabajador y que sería bueno tener en las propias empresas un espacio para poder hacerlo sin distracciones.