Todo Boca espera a Carlos Tevez. Todo Boca lo quiere. Después de tomarse una licencia para recuperar energías y pensar su futuro, hoy el delantero tiene que presentarse a entrenar a las 9.30 en Casa Amarilla.
Todas esas preguntas están instaladas en Boca, y por ahora no tienen respuesta. Solo Tevez sabe qué le pasa y qué siente después de la gran frustración de no haber podido llegar a la final de la Copa Libertadores.
Guillermo Barros Schelotto aceptó darle una licencia pese a que sabe que el mensaje para el grupo no es el mejor. Porque el líder debía estar entrenándose como todos. No, como todos no. Al frente de todos. Pero Carlitos necesitaba esos días para estar con su familia y evaluar.
El Apache no rindió como se esperaba en todo el año. Tuvo seis meses muy buenos en su regreso a Boca, pero en el 2016 no fue el mismo. Y en la última pretemporada se preparó con todo para volver a su mejor versión. Pero el tema es la motivación que tenga para seguir, y sobre todo sentirse cómodo en el esquema de juego.
Tevez no quiere jugar de 9. No más fajarse con los defensores rivales. Por eso Guillermo está preparando a Benedetto de centrodelantero. Así podría jugar unos metros más atrás, tener más contacto con la pelota y luchar menos. ¿Será suficiente para que se quede?