Lo tratan de loco, pero él asegura estar bien cuerdo. Miguel Fernández tiene 67 años y es conocido como “Tarzán” porque hace tres años que vive en una casa de madera que construyó en un árbol de un predio cercano a un paraje de la ruta 3 en Río Negro. Allí –dice- vive tranquilo y tiene todo lo que necesita. No obstante, los dueños de la tierra quieren desalojarlo. A cambio, él exige $1.5 millón.
“Vivir arriba del árbol es una experiencia muy grande porque se vive tan tranquilo. A veces pienso: ´¿Qué hago viviendo arriba de un árbol? Pero es hermoso. Lo construí yo con mis manos y a los que vinieron a visitarla les encantó. Tengo música, luz y un perro que me cuida. Las situaciones a veces se dan así”, le explicó Miguel al movilero de CrónicaTV que se acercó al lugar.
A Miguel no le molesta que lo llamen “Tarzán”. De hecho, él mismo bromea con el tema y pide que le lleven a la Mona Chita o a Jane, “si la encuentran”. Sabe perfectamente que no es convencional vivir arriba de un árbol y respeta las opiniones ajenas. No obstante, explicó que la idea surgió cuando la casa del predio que cuida comenzó a derrumbarse. “Se cayó parte del techo del living, los azulejos y pedazos de mampostería”, precisó.