Piano de Luis Gurevich y guitarra de Luis Salinas. Así arranca esta magnífica versión de “La Memoria”, esa canción que León Gieco lanzó en 2001 para homenajear a las 85 víctimas del atentado a la AMIA. De hecho, es su voz la que le da arranque a este proyecto impulsado por la Asociación Mutual Israelita Argentina de la mano del curador y productorElio Kapszuk y del músico y compositor Lito Vitale. “Los viejos amores que no están”, dice la letra en referencia a los muertos que dejó el ataque perpetrado el 18 de julio de 1994. “Con esta versión buscamos memoria y justicia”, aseguró Kapszuk.
Por ser una marca de identidad argentina, Vitale pensó que no había nada mejor que convocar a los cien artistas más representativos del país que hayan estado comprometidos socialmente con las tragedias argentinas y que quedarán unidos en esta canción. “Hace años que la AMIA pasó a ser una causa de todos los argentinos y no solo de la comunidad judía”, sentenció el músico. Kapszuk explicó que la letra no solo refiere al atentado contra la mutual judía, sino también a otras tragedias que a veces quedan en el olvido.
“La memoria es identidad, es parte de todos nosotros. La idea era atravesarla mediante el arte y con esto que nos une a todos que es la impunidad. Para que el mensaje llegara necesitábamos una buena conceptualización y además la materialización del proyecto, lo mismo que se hace con una buena obra de arte en general”, precisó Kapszuk.
El videoclip, nombrado Memoria AMIA, ya tuvo más de 3 millones de likesen las redes sociales y contó con la participación de cien músicos y actores que cantan algunos de estos fragmentos: “Todo está clavado en la memoria. Espina de la vida y de la historia”; “¿Cuántos dejarían de ser esclavos por el precio de una bomba al mar?”; “La memoria pincha hasta sangrar a los pueblos que la amarran y no la dejan andar”; “Libre como el viento”, “Todos los muertos de la AMIA”; “Los de la Embajada de Israel”; “El poder secreto de las armas”, “Dignidad de Rodolfo Walsh”, “Libre como el viento”. “¡Justicia!”, “¡Justicia!”, “¡Justicia!”, se oye de las bocas deAndrés Ciro, Ricardo Mollo, León Gieco, Leo García, Raúl Porchetto, Pedro Aznar, Horacio Fontova, Patricia Sosa, Peteco Carabajal, entre otros.
La canción –que fue adaptada para un proyecto en el Auditorio de la Paz de la Asociación Budista Soka Gakkai Internacional de la Argentina- fue definida por Kapszuk como “un himno que condensa de manera magistral todas las causas y heridas abiertas que siguen reclamando justicia y que luchan para no caer en el olvido”.
“Recordar, tener presente lo que pasó, es sólo una parte. La Justicia es inexorablemente la otra cara de la misma moneda. Por eso el videoclip finaliza con un mensaje final que emociona y conmueve, cuando cada artista, mirando a cámara, pronuncia la palabra que todavía nos falta: Justicia”
―¿La diversidad de músicos que participaron tiene relación con la idea de llegar a todos los argentinos con el videoclip?
―Vitale: Son artistas de música popular. Tanto la idea de Elio como de León Gieco fue esa: que la lista de músicos fuera muy variada, que estuvieran los más extremos personajes de la música popular juntos por esta causa y así fue que empecé a llamar. (…) También era un arreglo diferente al original como para poder darle cabida a tantos artistas (…). El pedido de justicia final no es mío pero yo acompañé y aplaudo porque es emocionante”.
―¿Cómo reaccionaron los artistas cuando fueron convocados?
―Vitale: Siempre el artista está permeable a ayudar y tener una colaboración con la gente porque está claro que la posibilidad que tiene el artista de vivir se la debe exclusivamente a la gente que es la que consume y disfruta lo que el artista hace: paga la entrada, compra el disco o transforma la vida del artista en algo posible.
―Kapszuk: El compromiso de los artistas es casi una parte de la definición de lo que es un artista: un testigo de su tiempo. Parte de eso es tenerle valor y respeto a la memoria. Fue contundente la respuesta de los artistas convocados. Es casi un sinónimo el hecho de ser sensible a las causas humanas y poder expresarlo a través de la pintura, la música y la voz.
―¿La elección de “La Memoria” fue casi instantánea?
―Kapszuk: Entendemos que la canción eran puertas para poder llegar a distintas edades, géneros, formas de hacer música y también a diferentes pensamientos. Muchas veces se piensa que las diferencias nos tienen que separar. Y la realidad es que las diferencias nos distinguen de otros, pero existen los acuerdos. Para construir un futuro hace falta memoria y justicia, por eso la unión de estos cien artistas. Hace muchos que esta causa dejó de ser de la comunidad judía para ser parte de una causa argentina. Es solidaridad con uno mismo.
―El principal reclamo es el pedido de justicia. ¿Cómo ven la justicia en Argentina?
―Kapszuk: Nos hacemos una pregunta: ¿De qué no nos tenemos que olvidar? Eso también es parte de lo que nos constituye. Es imposible que la memoria y el pedido de justicia sea sectorizado. Necesitamos tener justicia en este país y memoria que es lo que nos permite volver a traer estos temas a la agenda pública”.
―Vitale: Creo que la justicia como funciona en Argentina no es algo separado del mundo, lamentablemente. No solo en temas de atentados sino también en la justicia social y la repartija de cómo está la cosa a nivel político – social”.
Por Karina Deschamps
