Siete millones por 4 minutos: los sueldos más groseramente altos del cine

Dinero fácil, trabajo cómodo y apariciones estelares a su medida que sin embargo no contaminan su estatus de estrellas globales. Estas son las estrellas que más han amortizado dejarse caer por un rodaje durante un par de días.

Julia Roberts en ‘Historias de San Valentín’ (2010)

Tiempo en pantalla: 6 minutos.

Sueldo: 2,65 millones de euros ($USD 3.4)

© Cordon Para el público de esta película Julia Roberts es tan legendaria como Isaac Newton al mundo de la mecánica clásica. Ella es la razón por la que amamos la comedia romántica y su cara en el póster vale cada dólar que le pagaron por su breve intervención. En concreto, 7.000 euros por cada segundo que aparece en pantalla. Julia asegura que participó en este proyecto como favor personal al director Garry Marshall (que la dirigió en Pretty Woman y Novia a la fuga), pero en Hollywood nadie hace favores gratis.

Sean Connery en ‘Robin Hood. Príncipe de los ladrones’ (1991)

Tiempo en pantalla: 2 minutos.

Sueldo: 220.000 euros. ($USD 252)

© PR Aunque su estética de cartón piedra pasó de moda dos semanas después de su estreno, está épica romántica fue un fenómeno en 1991 subrayado por aquella larguísima balada de Bryan Adams, (Everything I do) I do it for you. Mucho más corta fue la intervención de Sean Connery como Ricardo Corazón de León para bendecir la boda entre Robin y Marian. Precisamente Connery había interpretado al príncipe de los ladrones en 1976 junto a Audrey Hepburn, por lo que su presencia aportaba prestigio y simbolizaba un relevo cultural. Sus dos días de trabajo y cuatro líneas de diálogo le reportaron un cuarto de millón de dólares que él donó a la beneficencia, en un gesto innegablemente poético: Sean Connery es el verdadero príncipe de los ladrones.

 

Morgan Freeman en ‘Oblivion’ (2013)

Tiempo en pantalla: 10 minutos.

Sueldo: 1,76 millones de euros. ($USD 2.02)

© PR Las razones para fichar a Morgan Freeman son evidentes: aporta presencia, oficio y una voz atronadora que queda fenomenal en el tráiler. Eso explica que el 80% de su filmografía conste de películas indignas y olvidables que le han convertido en un millonario, pero cuyo fracaso no afectó a su estatus. Un ejemplo: quien se llevó todos los palos por Oblivion fue Tom Cruise. Este año veremos a Morgan Freeman en el delirante remake de Ben-Hur. Por supuesto, lo único épico de ese tráiler es la voz de Freeman hablando de alcanzar la gloria.

Ving Rhames en ‘Misión imposible. Protocolo fantasma’ (2011)

Tiempo en pantalla: 4 minutos.

Sueldo: 6,8 millones de euros. ($USD 7.79)

Junto con Tom Cruise, Ving Rhames es el único actor que ha aparecido en las cuatro entregas de la saga Misión imposible. En la última, el contrato de Ving Rhames estipulaba que debía cobrar una millonada “por acumulación”. Se trata de uno de esos contratos que se firmaban en los 90 y que comprometían a los actores a cobrar una miseria por una película bajo la promesa de que si se hacían secuelas su sueldo se iría multiplicando. Algo parecido a la moda actual de “de momento no pagamos pero repartiremos beneficios cuando los haya”. Su aparición en la cuarta entrega era anecdótica y Rhames la ventiló en un sólo día de rodaje. Y se llevó casi 7 millones de euros. No está nada mal, Ving.

Cordon

Marlon Brando en ‘Superman’ (1978)

Tiempo en pantalla: 10 minutos.

Sueldo: 16,8 millones de euros.

Pocas estrellas han amortizado tanto su condición de leyenda del cine como Marlon Brando. Sus 12 días de rodaje fueron una pesadilla para el director Richard Donner, pues Marlon insistía en negarse a aparecer en pantalla. Él proponía grabar sus líneas de diálogo y que su personaje fuese creado digitalmente. Cuando el estudio le obligó a ir al set de rodaje, Brando exigió que escribiesen sus diálogos en carteles que el leería sin esfuerzo porque no le apetecía memorizar sus líneas. Además exigió un porcentaje sobre los beneficios en taquilla, una cláusula nada habitual en los años 70. Por si fuera poco el actor aparecía nombrado en primer lugar en los créditos, por delante de Gene Hackman y el pobre Christopher Reeve/Superman, quien parecía ser lo menos importante de la película.

Jesse Eisenberg en ‘Camp Hell’ (2010)

Tiempo en pantalla: 5 minutos.

Sueldo: 2,65 millones de euros. ($USD 19.23)

En 2007 Jesse Eisenberg participó en esta película de bajo presupuesto como favor a su director, George VanBuskirk. Cobró 2.600 euros por su breve aparición, el mínimo que estipula el sindicato de actores. Cuando se estrenó, Camp Hell promocionaba al actor como protagonista para beneficiarse de su ascendente fama con Zombieland. Eisenberg lo consideró ilícito así que demandó a la distribuidora y les exigió 2,65 millones de euros como compensación, una cantidad superior al presupuesto total de la película. Y se lo dieron.

Robert Downey Jr en ‘Los Vengadores’ (2012)

Tiempo en pantalla: 37 minutos.

Sueldo: 44,2 millones de euros. ($USD 50.6)

A 1,2 millones por minuto, el rol secundario de Downey Jr como Iron Man le ha convertido en el actor mejor pagado tres años seguidos. Cuando el resto de estrellas de la saga se quejaron por la colosal diferencia de sueldos (Chris Evans, Mark Ruffalo, Scarlett Johansson reciben entre 2 y 5 millones cada uno) a Marvel no le tembló el pulso al amenazar con despedirles si no estaban contentos. “Nadie es imprescindible en este universo”, advirtieron haciendo referencia al habitual recambio de personajes en los cómics (Thor, por ejemplo, es ahora una mujer en los cómics). Pero al parecer Robert Downey Jr sí es imprescindible y ya se está hablando de un sueldo cercano a los 200 millones por las dos películas de Los Vengadores 3, Infinity Wars.

 

Charlie Sheen en ‘Scary Movie 5’ (2013)

Tiempo en pantalla: 6 minutos.

Sueldo: 220.000 euros. ($USD 252)

El prólogo de la quinta entrega de esta parodia de Scream arrancaba con Charlie Sheen y Lindsay Lohan ridiculizando su propia vida: él era un picha-brava y ella estrellaba un coche culpando a otra persona de los desperfectos. Sheen rodó sus dos escenas en un día y donó su sueldo a la propia Lohan, que estaba en números rojos por sus problemas con la justicia y con compañías de seguros a las que debía indemnizar por no presentarse la mitad de los días a trabajar. El resto de su sueldo fue donado a diversas causas caritativas elegidas por los trabajadores de Scary Movie 5. Aunque no lo parezca, Sheen puede ser todo un caballero.

Nicolas Cage en ‘Superman Lives’ (sin estrenar)

Tiempo en pantalla: 0 minutos.

Sueldo: 17,7 millones de euros. ($USD 20.2)

El formato contractual más delirante de Hollywood sigue siendo el llamado “pay-or-play”, que garantiza que el actor recibirá su cheque aunque la película no llegue nunca a rodarse. Ese fue el caso de la resurrección de Superman que iba a dirigir Tim Burton, quien también se embolsó 4,41 millones, y protagonizar Nicolas Cage, que se llevó 17,7 millones por no hacer nada. Y es que Superman Lives no existe. Según la leyenda, en cuanto Burton se aseguró el cheque dejó de escuchar al productor y al guionista, lo cual acabó con la cancelación de proyecto. Este despilfarro es la razón por la que Superman Returns (Bryan Singer, 2006) tiene un presupuesto oficial de 238,5 millones. Benicio del Toro se benefició de otro contrato “pay-or-play” cuando se llevó 4,4 millones de euros por no aparecer en American Gangster (Ridley Scott, 2007), ya que fue sustituído a última hora por Russell Crowe.

Michael Biehn en ‘Alien 3’ (1992)

Tiempo en pantalla: 0 minutos.

Sueldo: 1 millón de euros. ($USD 1.1)

El militar Dwayne Hicks de Aliens iba a protagonizar la tercera entrega de la saga sustituyendo a Ellen Ripley. Tras varias reescrituras y discusiones entre el productor, los guionistas y el director David Fincher se decidió que el personaje moriría al principio de la película. El actor Michael Biehn ni siquiera era necesario ya que se utilizó una máscara prostética. Sin embargo, Biehn exigió una compensación económica por utilizar su cara. Esta es sólo una anécdota en un rodaje infernal en el que nadie sabía muy bien lo que estaba haciendo, dando como resultado una película que no tiene argumento.

Mark Hamill en ‘Star Wars: El despertar de la fuerza’ (2015)

[Este párrafo contiene spoilers de la película]

Tiempo en pantalla: 30 segundos.

Sueldo: entre 1 y 3 millones de euros.

Nunca nadie ha amortizado tanto darse la vuelta con cara de preocupación como Mark Hamill (interpretando a Luke Skywalker) en el Episodio 7 de Star Wars. Él no tenía ninguna gana de hacer la película, pero tampoco quería ser un aguafiestas así que jugó la carta de poner como condición que también participasen Harrison Ford y Carrie Fisher. Hamill estaba seguro de que Ford no querría regresar a la saga, pero se equivocó. Disney tiene estipulado un sistema salarial llamado “escala de sueldo según legado”, que viene a significar que cuanto más famoso seas y más esencial resulte tu aparición, más dinero te vas a llevar.

Evidentemente Harrison Ford se ha embolsado una jubilación estratosférica para él y todos sus descendientes (y se merece cada dólar), pero al fin y al cabo Ford hace cosas en El despertar de la fuerza. Luke Skywalker nos regala un final emocionante que nos dejó ansiosos por ver el Episodio 8 y que no tiene precio. En realidad sí que lo tiene y es muy alto, pero si hay un lugar donde semejante extravagancia tiene lógica ese es Hollywood. El material del que están hechos los sueños tiene la cara impresa de Benjamin Franklin. Precisamente, Franklin es el autor de aquel “el dinero no da la felicidad”. Benjamin también dijo que el tiempo es dinero, y Hollywood parece decidido a llevarle la contraria.