Seis paraísos mediterráneos

Un recorrido por el "mare nostrum" a través de seis maravillosas paradas.

El otoño es benigno en la región mediterrànea. Hasta bien entrado en otoño, incluso a veces en noviembre, las temperaturas permiten agradables baños y paseos por la playa. Te mostramos «siete maravillas» del arco mediterráneo europeo, con sus aguas cristalinas, su arena finísima, sus rocas erosionadas y pueblos marineros impregnados de historia, como inspiración. Existen muchísimos más, recónditos, populares, todos ellos espléndidos, comparte con nosotros «tu paraíso» particular.

Thira. Santorini. Grecia

La isla «blanca y azul» es una de las más bellas del archipiélago de las Cícladas. Enclavada en el mar Egeo, su origen volcánico le ha dado una orografía muy peculiar, con una gran fisura en su interior fruto de una erupción que casi la destruyó. Su capital es Thira, de casa blancas y cúpulas azules, que mira al mar desde un alto promontorio y es testigo de los más bellos atardeceres que uno pueda imaginar.

Thira. Santorini. Grecia

Gozo. Malta
Esta pequeña isla situada en el noroeste de Malta está formada por calas diminutas, playas de arena roja bañadas por aguas turquesa, extensiones de piedra caliza moteadas por antiguas salinas y majestuosos acantilados. Afirman que Gozo es uno de los mejores lugares del Mediterráneo para bucear. La isla, además, alberga un importante patrimonio histórico y arquitectónico, como el templo prehistórico mejor conservado del archipiélago, en Ġgantija.

Gozo. Malta

Porto Venere. Cinque Terre. Italia
Perfecta conjunción de naturaleza y arquitectura. Al igual que otros diminutos pueblos de la costa de Liguria, las casas de infinitos colores de Porto Venere se arremolinan alrededor del pequeño puerto por calles empinadas y estrechas. La espléndida iglesia de San Pedro, construida sobre el promontorio delle Bocche, data de época paleocristiana y fue remodelada en estilo gótico. Las vistas desde la iglesia son impresionantes.

Porto Venere. Cinque Terre. Italia

Hvar. Costa Dálmata. Croacia.
Estrecha y alargada -es la isla más larga del Adriático- es realmente un lugar idílico gracias a sus espléndida playas, sus fragantes bosques y su patrimonio arquitectónico. La capital, Stari Grad (“ciudad antigua” en croata), fue fundada por los griegos en el año 384 a.C. La bicicleta es el mejor medio para recorrer la isla, ya que es pequeña y gran parte de su encanto reside en los campos de lavanda y en las calitas remotas a las que solo se accede a pie. A Hvar se llega en ferry desde la ciudad de Split.

Hvar. Costa Dálmata. Croacia.

Rethimno. Creta. Grecia
La arquitectura medieval así como los vestigios venecianos y turcos hacen de esta ciudad un tesoro histórico. Situada en el centro de la costa norte de Creta, Rethimno es un lugar donde es posible revivir aquel Mediterráneo pletórico de saberes y de comercio que unía y enfrentaba civilizaciones. Su faro penetra en el mar desde la amplia y poco profunda bahía junto a la que se ubica la ciudad.

Rethimno. Creta. Grecia

Islas Lavezzi. Córcega. Francia
Cientos de islotes y promontorios rocosos forman este archipiélago situado frente a la ciudad de Bonifaccio, en el sur de Córcega. Protegidas como reserva marina, las islas Lavezzi presentan un paisaje único de rocas graníticas redondeadas, numerosas calas de aguas turquesa y unos espectaculares fondos que las han convertido en meca del buceo. Se accede en barco desde los puertos de Bonifacio y Porto-Vecchio.

Islas Lavezzi. Córcega. Francia