Las caras se mezclaban. Asombro, porque 24 horas después del show de Los Stones (aun sorprende lo frío que fue el público) llegaba un Beatle al mismo escenario. Y cansancio, por las largas caminatas, el sol insoportable y las distancias en un predio que cada minuto parece más grande. El día 2 del festival del siglo llegaba con un peso pesado a nivel local: Neil Young es sin dudas pasión de multitudes en el país del norte y eso se vio en el Empire Polo Club de Indio, California. Y luego, Paul, intachable y perfecto, aunque algo repetitivo.
El show de apertura del segundo día del Desert Trip fue bien distinto al del primero: Neil Young tocó dos horas, rockeó fuerte y logró una comunión muy cercana con el público. Todo muy diferente a lo de Dylan.
Con su clásico sombrero negro y una remera que decía “El agua es vida”, Young no dejó de bajar linea sobre la defensa del medio ambiente y contra el uso de agroquímicos (temática de su último disco). Abrió sentado al piano con “After the gold rush”, pasó por la acústica y terminó con una versión zarpada del himno “Rockin´in the free world” y una ovación de pie, no solo de los viejos sino también de los millennials, que no son pocos en el festival.
“Me volví a sentir adolescente”, dijo Josh, un cuello rojo estadounidense típico de 75 años. Al lado, una nena de 18, vestida como para ir al boliche, contaba: “Me crié escuchando a los Beatles por mamá y papá. Vivo en Monterrey y no dudé en venir”.
Un poco más tarde de lo planeado llegó Paul. Arrancó con “A hard day’s night”, igual que en el Único de la Plata. Como siempre, habló mucho con el público. Y quizás la nota de la noche fue el dúo con Young para “A day in the life”.
Ya en el final del show, muchos en el público sintieron el cansancio y empezaron a tirarse en el pasto como presagiando lo que es uno de los pocos talones de Aquiles del desert trip: la larga vuelta a casa, los embotellamientos y las puteadas por el tránsito. Ese malhumor no arruina la hermosa sensación de haber estado en un lugar en el que, con diferencia de un día, pasaron un Beatle y Los Stones.