Las últimas semanas no fueron buenas para Daniel Scioli. La Justicia lo investiga por enriquecimiento ilícito y malversación de fondos públicos. También fue protagonista de una pelea mediática con el cantante Silvestre, que lo acusó de haber mantenido una relación clandestina con quien era su mujer, cuando ella tenía 13 años. Pero además, la revelación de un noviazgo con una modelo destapó un entramado de viajes en aviones privados que el exgobernador hizo sin ningún control. Incluso en uno de ellos puso a Gisele Berger, su novia, como “tripulante”. Este martes, ambos llegaron por separado a Ezeiza, pero volaron juntos con a Roma, Italia.
“¿Te estas yendo con Daniel a Italia?”, preguntó el cronista de América a Berger. “Son cosas nuestras”, respondió con amabalidad, pero lacónica. “¿Lo recibiste con él el 2017”, repreguntó el periodista. “Ay, chicos, no voy a hablar”, cerró. Luego al que entrevistaron fue a Scioli, que minutos después arribó a Ezeiza solo. El exgobernador, en forma muy veloz, eludió cualquier respuesta a las consultas de la prensa. Solo atinó a decir que lo que estaba por emprender era “un viaje personal”.
Scioli hizo más de 100 viajes en vuelos oficiales durante la campaña presidencial. Ahora todos están bajo la lupa de la Justicia porque se sospecha que fueron pagados con fondos estatales, algo que podría encuadrar los delitos de malversación de fondos públicos y defraudación al Estado. La que quedó involuntariamente en el ojo de la tormenta fue su flamante pareja. Berger aparece en un viaje a Cuba de mayo de 2015 como tripulante del vuelo, de acuerdo al expediente judicial al que accedió TN.com.ar.
En las últimas horas Clarín publicó detalles sobre quiénes acompañaron al exterior a Scioli, datos suministrados por la Policía de Seguridad Aeroportuaria (PSA) al fiscal de la causa, Álvaro Garganta. Entre ellos, José Luis “Chiche” Peluso, el exinterventor de Loterías sciolista que fue desplazado por no incluir en su declaración jurada una casa en Miami.
