Premisas liberadoras que te ayudarán a ser feliz

Las propone un reconocido doctor en psicología español. Asegura que las diez ideas pueden transformar la vida de forma radical. Conocelas.

“Si no tienes dudas en tu vida eres un zombi, un idiota”, dispara Walter Riso, reconocido doctor en Psicología especializado en terapia cognitiva. En su último libro, “Maravillosamente imperfecto, escandalosamente feliz” explica las diez premisas liberadoras que pueden transformar la vida de forma radical.

1- Maltratarte porque no eres como “deberías ser” es acabar con tu potencial humano.

2- No te compares con nadie: la principal referencia eres tú mismo.

3- Las personas normales dudan y se contradicen: las creencias inamovibles son un invento de las mentes rígidas.

4- Desinhibirse es salud: no hagas de la represión emocional una forma de vida.

5- La realización personal no está en ser el mejor, sino en disfrutar plenamente lo que haces.

6- Reconoce tus cualidades sin vergüenza: menospreciarte no es una virtud.

7- La culpa es una cadena que te ata al pasado: ¡córtala!

8- No te obsesiones por el futuro: ocúpate de él, pero no dejes que te arrastre.

9- Someterte al qué dirán es una forma de esclavitud socialmente aceptada.

10- >Permítete estar triste de vez en cuando: la euforia perpetua no existe.

En una entrevista al diario ABC de España, Riso sostiene que “estamos todos engullidos en una ambición desmedida y está demostrado que la riqueza, el dinero, las propiedades, etc., no dan felicidad”. Riso dice también que es a partir de las condiciones básicas para vivir, lo que suele hacer que las personas logren la felicidad son tres circunstancias, veámoslas:

1- “En primer lugar, tener una vida hedonista, que la persona esté rodeada de un ambiente motivacional, que haga aquello que le guste y produce placer (ir a ver una película, tomar un aperitivo cuando te apetezca). Sin embargo, no lo hacemos porque vivimos en una cultura donde dar a entender que hacemos lo que nos gusta y sentimos placer es negativo y, además, porque nos encanta la cultura del sufrimiento. Somos tacaños con nosotros mismos”.

2- “En segundo lugar es necesario sentir que se tiene una vida realizada que tiene que ver con la vocación de cada uno y el desarrollo de los talentos naturales para sentirse gratificado. Los talentos naturales son aquellos que pagarías por poderlos hacer, aquellos que surgen sin necesidad de aprenderlos en la universidad, con los que se pierde la noción del tiempo cuando estás haciéndolos”.

3- “El tercer aspecto es tener una vida con significado más allá de lo que eres tú, que se puede interpretar como tu pertenencia al cosmos, si no eres muy religioso, o por una vida muy trascendente si lo eres. Lo importante es que la vida tenga un sentido. Lo curioso es que cuando preguntas a las personas sobre el sentido de su vida, no saben qué responder”.

“El sentido de la vida se encuentra explorando en uno mismo, buscando con autoconsciencia y estando tranquilo con el arte de la serenidad, el sosiego. Se puede descubrir a cualquier edad y no hace falta escaparse a un monasterio ni subir a la cima de una montaña para averiguarlo. Hay gente que encuentra su realización en un pequeño bar de su barrio”, agrega.