La ingeniera bioquímica Frances Arnold recibió el Premio Millennium de Tecnología 2016, la distinción más importante en ese rubro, por lo que se la conoce como el “Nobel de Tecnología”. Es la primera mujer que recibe esta mención.
Este galardón, otorgado por la Academia de Tecnología de Finlandia a cada dos años, destaca aquellas innovaciones que contribuyen a mejorar la calidad de vida y consiste en un millón de euros.
La experta desarrolló un método que permite crear, en el laboratorio, enzimas (moléculas proteicas que actúan como catalizadores) y proteínas con características moleculares específicas. Un gran avance para la evolución dirigida.
Por medio de un proceso que imita la evolución natural, Arnold logró generar mutaciones al azar en el ADN de las proteínas para que éstas adquieran nuevas propiedades. La idea es repetir este proceso hasta que se obtengan moléculas con una aplicación industrial en particular.
Esta innovación es particularmente importante para desarrollar materiales que se puedan usar en reemplazo de las materias primas no renovables. También sirve para modificar procesos de producción que suelen ser muy costosos. Resulta beneficioso para la industria del papel, las compañías agrícolas y la fabricación de productos textiles, por ejemplo.
“Las innovaciones de Arnold han revolucionado el lento y costoso proceso de modificación de las proteínas, y hoy en día sus métodos están siendo utilizados en cientos de laboratorios y empresas de todo el mundo”, se destacó en un comunicado de la Academia de Tecnología de Finlandia.
El presidente de ese país, Sauli Niinistö, le entregó el premio a la ingeniera durante una ceremonia que se llevó a cabo en el aula magna de la Universidad de Helsinki.
“Ahora podemos usar la evolución para hacer cosas que ningún ser humano sabe cómo diseñar. La evolución es el método de ingeniería más poderoso del mundo y debemos hacer uso de ella para encontrar nuevas soluciones biológicas a los problemas”, destacó Arnold.
La innovación que presentó la experta busca ofrecer una alternativa al uso de materiales que no son renovables. Se trata así de un gran avance en materia sustentable.
El galardón está dirigido a científicos, empresas y todo tipo de instituciones que se dediquen a la tecnología, salvo los que desarrollen innovaciones en materia militar.
La primera edición de Millennium fue en 2004 y el ganador fue el científico británico Tim Berners-Lee, conocido por ser el “padre de la web”.