Paraguay reconoce una deuda con Argentina de USD 5.000 millones por Yacyretá

El canciller guaraní Eladio Loizaga afirmó que el pasivo equivale a "USD 5.000 millones y alguito más", pero no los USD 12.800 millones que reclama Argentina al adicionarle los cargos financieros

El gobierno paraguayo manifestó hoy que el monto que asume por la deuda contraída con Argentina por la construcción de la represa hidroeléctrica de Yacyretá, compartida entre ambos países, es de USD 5.000 millones, y ratificó que no le corresponde pagar cargos por intereses.

El canciller paraguayo, Eladio Loizaga, informó sobre esta postura del gobierno de Asunción a varios senadores, en una reunión para explicar a los legisladores los avances de las negociaciones con Argentina sobre la deuda de Yacyretá.

Según Loizaga, Paraguay asume una deuda equivalente a “5.000 millones de dólares y alguito más”, pero no así los cargos financieros por actualizaciones e intereses de esta deuda, que en todo concepto rondaría los 12.800 millones de dólares.

Por su parte, el senador Carlos Amarilla, presente en esa reunión, declaró que el reclamo de Argentina por esa deuda tiene tres componentes: el capital aportado originalmente por ese país para la construcción de la represa, la actualización de ese capital y los intereses que a lo largo del tiempo fueron devengando.

Yacyretá abastece el 22% de la demanda de electricidad argentina

Según argumentó Amarilla, a través de un comunicado del Senado, los 5.000 millones de dólares corresponden al aporte original de Argentina, mientras que la actualización del capital sumaría a la deuda otros 2.500 millones.

Si se consideran además los intereses, el monto total de la deuda ronda los USD 12.800 millones, pero el gobierno paraguayo considera que no le corresponde abonar estos intereses.

Paraguay tiene pendiente resolver cómo compensar los millonarios recursos que Argentina invirtió en la construcción de la central hidroeléctrica Yacyretá, una de las mayores de América, instalada sobre el fronterizo río Paraná.

Aunque al momento de la construcción se acordó que las obras debían ser solventadas a partes iguales por ambos países, en la práctica Argentina corrió con la mayor parte de la inversión.

Ello originó una millonaria deuda para Paraguay, cuyo monto fue eje de discusión por años y que el gobierno paraguayo trató de achicar vendiendo a Argentina el excedente de energía que no utiliza, aunque a un valor por debajo del precio de mercado.