Para cuidar tu piel en el verano, tenés que saber estas cinco cosas

Que hay que reaplicarlo cada vez que nos mojamos, que si ya estamos bronceados podemos bajar el factor, que si estamos a la sombra no hace falta cuidarse. los mitos son muchos. Aquí te contamos todo lo que debés saber para tomar sol sin riesgos.

Los mayores errores que solemos cometer a la hora de tomar sol están relacionados con falsas creencias. Por eso desterrar algunos mitos es fundamental para permitirnos disfrutar de un verano sin preocupaciones y con un bronceado saludable:

*Es necesario usar un protector solar para el rostro: ¡Sí! El espesor de la piel no es homogéneo en todas partes y las zonas más finas son más propensas al daño solar. Por lo tanto, la recomendación de los especialistas de Vichy es proteger el rostro y escote con un protector solar eficaz, sin olvidar reaplicarla frecuentemente. ¿Un consejo? Probá el protector anti-manchas 3en1 FPS 50 de Idéal Soleil que unifica, corrige y previene; todo lo que necesitas en tu protección solar diaria.

*No es necesario aplicar el protector antes de llegar a la playa o pileta: ¡Error! Hay que colocarlo 30 minutos antes de que empiece la exposición para que la piel pueda absorberlo. Y luego hay que reforzar cada dos o tres horas.

*Si uso un protector resistente al agua, no necesito reforzar la aplicación después de un baño: ¡Falso! Sí necesitás, sólo que según el tipo que elijas será antes o después. Leé la etiqueta: si dice “resistente”, dura hasta 2 baños de aproximadamente 20 minutos cada uno; si dice “a prueba de agua”, su resistencia se extiende a 4 zambullidas. ¿Un tip? No dudes en probar el nuevo gel ultra fundente FPS (disponible en 30 o 50) para aplicar sobre piel seca o mojada de Idéal Soleil de Vichy.

*La elección del factor depende de mi tipo de piel: sí, el nivel de protección que necesites depende del tipo de piel que tengas. Para que entiendas qué quiere decir el número de FPS, es el múltiplo de tiempo durante el que podés estar expuesta al sol sin quemarte. Es decir, si elegís un factor 30, podés estar hasta 30 veces más tiempo sin riesgos de quemarte que si no usás nada.

*Ya tomé color, ahora puedo dejar de cuidarme: ¡Mentira! Ni podés ni debés dejar de protegerte. Tampoco deberías reducir el factor de protección. El daño que hacen los rayos solares es el mismo; el bronceado no actúa como barrera.