Los colore estimulan nuestros sentidos y en el caso de los niños les ayudan en su desarrollo, así que no hay duda, su dormitorio debe estar decorado a todo color!
¿Y de qué color? Pues en eso debemos hacerles caso a ellos. Cuando somos pequeños, tendemos a decantarnos por los colores que más contribuyen con nuestras cualidades, y la elección parte de nuestro propio instinto. Los niños que son más creativos suelen decantarse por colores como el amarillo o el naranja, mientras que los que prometen una carrera con tintes más intelectuales suelen apostar por tonos como el azul. A medida que nos vamos haciendo mayores atendemos a estimulos externos y nuestros gustos decorativos commienzan a fundamentarse en otro tipo de influencias.
Por eso, aunque los adultos debemos estar ahí para poner cordura, no debemos pasar por alto las elecciones de los más pequeños, porque a través de ellas podremos contribuir al desarrollo de esas capacidades que desde los niños traen consigo desde que nacen. Es cuestión de descubrirlas y potenciarlas.
