Masturbación de hombres: Todo está en tus manos

Hay muchas teorías acerca de lo que les gusta a los hombres en la cama, pero hay algo claro, y es que la masturbación siempre es una de las técnicas más efectivas y placenteras. Si alguna vez te has preguntado cómo masturbar a un hombre para que disfrute como nunca, te lo ponemos fácil... ¡Toma nota!

Si hace unos años el sexo se limitaba, básicamente, al misionero y los besos, hoy en día hay infinidad de formas de disfrutar y hacer disfrutar a tu chico. Una de ellas es la masturbación masculina, una práctica más antigua que el fuego (probablemente) pero que a las mujeres nos cuesta, básicamente, por razones anatómicas. Por ello vamos a darte 10 consejos infalibles a la hora de practicar una masturbación. Puede que escrito parezca teórico y poco sensual, pero en la práctica el éxito está asegurado… ¡Toma nota y hazlo en cualquier rincón de la casa!

1. La postura adecuada para masturbar a un hombre
El Kamasutra no ayuda mucho en lo que a técnicas de masturbación se refiere. Sin embargo, una correcta postura marcará la diferencia entre un trabajo torpe y una experiencia que le lleve a la cumbre del éxtasis. Puedes probar diferentes posiciones y después preguntarle cuál le ha gustado más. Lo primero que debes asegurarte es si le gusta más de pie o sentado. Eso es algo que debe decidir él, o dejarlo en manos de la situación en la que os encontréis.

A continuación debes tener claro en qué punto te encuentras. No tengas miedo, prueba primero distintas variantes y no tengas reparo en cambiar de posición para encontrar cuál funciona mejor, su respiración y su cara te darán la mejor pista. Lo mejor de la masturbación es precisamente esa sensación de dominio que tienes sobre él: tú serás la parte activa. Tú decides qué va a pasar y cómo va a pasar, ¡y eso le va a encantar!

Otra cosa que puedes hacer es agarrarle desde atrás. Así dejarás volar su imaginación y fantasía y, como tú decides hasta donde llegar, le tendrás entregado a ti. Además, si durante el acto le aprietas con fuerza conseguirás crear una experiencia más íntima y sensual. Cuidado, eso sí, con apretar demasiado o apretar los testículos, eso solo debes hacerlo si él te lo pide.

2. Factor clave: espontaneidad
Lo mejor de la masturbación es que es fácil de llevar a cabo en cualquier momento y lugar. Por ello le hace ser la técnica perfecta en las situaciones en las que es necesaria una rápida respuesta. Es decir, en aquéllas en las que te apetezca mimar a tu pareja dándole placer instantáneo. Puedes hacerlo en cualquier lugar: en casa, en el ascensor, en un parking… Pero si das rienda suelta a la pasión, ¡procura que nadie te vea!

También puedes agarrarle cariñosamente en la ducha. Métete con él, sujétalo por detrás y, con un poco de espuma en las manos, dale un masaje suavemente.

La espontaneidad es algo muy sexy, así que no tengas miedo de sorprender a tu pareja siempre que lo desees. Para saber si en ese momento le apetece, empieza con un juego. Acaricia levemente sus muslos y abre poco a poco la cremallera de su pantalón. Si no hace nada para detenerte, significa que está deseándolo. Otro lugar donde debes probar es en el coche… Prueba con estas posturas y descubre lo cómodo y sexy que puede resultar.

3. Usa toda la mano
Ya estás en posición. Ahora es el momento de averiguar cómo agarrarle el pene. No es totalmente necesario utilizar los cinco dedos ya que tener un par de dedos libres permite dar lugar a ciertos juegos: utiliza tres dedos para la parte de arriba, y los dos inferiores para los testículos. De esta manera tu pareja sentirá más el contacto contigo. No lo olvides, el mejor placer manual, como el sexo en general, no se centra únicamente alrededor del pene.

A la mayoría de los hombres les gusta sentir presión durante la masturbación, pero recuerda que tienes entre las manos una de las partes más sensibles del cuerpo, así que no te pases con la fuerza. Si no estás del todo segura en cuánta presión aplicar, utiliza distintas técnicas de agarre y observa la reacción. O, todavía más fácil, pregúntale si quiere que se lo hagas más fuerte o más suave.

4. Ritmo constante
Es el momento de agarrarle y empezar. Mueve la mano con un movimiento constante hasta que notes cómo le gusta. Empieza con un lento y suave movimiento y ves cambiando el ritmo para hacerlo un poco más rápido, pero no demasiado, a menos que veas que a él le gusta. Muchos hombres prefieren un movimiento más fuerte cuanto más alejada del cuerpo está la mano, y más suave cuando se acerca a la raíz del pene. Sin embargo, puede causar dolor si se estira demasiado la piel. Así que, ¡ojo con los tirones!

La mejor manera de encontrar el ritmo adecuado es dejar que tu pareja ponga su mano sobre la tuya y te guíe haciendo el movimiento que él prefiera, al menos la primera vez. Es importante no perder el ritmo ni la fuerza, una vez que empiezas, porque es este movimiento realizado repetidamente el que le hará llegar al clímax. Si quieres un consejo para no perder el ritmo constante, prueba a seguir los golpes de la música con estas canciones para hacer el amor.

5. ¡Usa las dos manos!
Si quieres ser una profesional del arte manual, debes explotar tus capacidades multitarea. Puede parecer difícil, pero lo lograrás enseguida. Pon una mano en su miembro y con la otra presta atención a sus pezones o a sus testículos: acariciar y masajearlos puede llevar a tu pareja a un orgasmo muy intenso, ya que son zonas altamente erógenas, aunque asegúrate de que le guste que le toques ambas zonas, ya que sobre gustos no hay nada escrito.

6. Especialmente suave
Todo aquello que reduzca la fricción entre tus manos y su pene debe ser considerado. Utilizar aceite o lubricante reducirá cualquier molestia que tu chico pueda sentir y aumentarás el deseo y las ganas de jugar. Si optas por lubricar su pene con gel o aceite, lograrás que tus movimientos sean más intensos y agradables, mayor sensibilidad y menor esfuerzo con mejores resultados. Con alguno de esos productos puedes incluso frotar su glande, tal vez la zona más sensible (y potencialmente placentera) del cuerpo masculino. ¡Pruébalo!

7. Juegos y juguetes
Los juguetes sexuales, o ciertos accesorios cotidianos te ayudarán mucho a estimular distintas zonas. Prueba con algún anillo vibrador o, simplemente, juega con las texturas: acaricia el pene con un guante de terciopelo o con la mano untada en algún aceite. Además, hay diversos juguetes sexuales para hombres y, más concretamente, para penes, que permiten alargar la erección o estimularlo de distintas formas. Si añades estos juguetes a algunos de los juegos eróticos más tórridos, la diversión y diversidad está asegurada.

8. Descubre sus zonas erógenas
No hay dos hombres iguales ni dos hombres a los que les guste exactamente lo mismo. Sin embargo, si generalizamos, existen un par de zonas de placer comunes a todos que debes conocer. Una es la punta del pene, como acabamos de mencionar, y otra es el perineo, es decir, la zona entre el pene y el ano. Con un poco de presión puedes llegar a estimular de esta manera su punto G, la próstata. De esta forma, hacerle alcanzar un intenso orgasmo es cuestión de tiempo. Y, por cierto, prueba con las ingles también, a muchos les encanta.

9. ¿Más fuerte?
Novelas como Cincuenta Sombras de Grey han puesto el foco en una fantasía cada vez más habitual: el sexo duro. Si a tu chico y a ti os apetece probar, no dudes en informarte un poco mejor sobre estas prácticas y empezar de menos a más, como en las posturas de la galería que te mostramos a continuación. Si a tu chico le gustan este tipo de prácticas le encantará que le hagas una masturbación más fuerte de lo convencional, así que prueba apretando más fuerte, dando tobas con los dedos en los testículos o mordisqueando el cuello y los pezones mientras le masturbas.

10. Crea el ambiente perfecto
Tu pareja se dará cuenta de inmediato de cómo te sientes frente al hecho de darle placer en un acto no recíproco, y esto puede afectar a su disfrute. Es muy importante que te lo tomes en serio y debéis pensar que aunque ahora tú no recibas placer, él debe proporcionártelo también durante vuestras relaciones.

Lograr un orgasmo maravilloso depende no solo de emplear la técnica perfecta, sino también de lo que sentís y pensáis durante el acto. Asegúrate de que tu pareja y tú compartís los mismos sentimientos y todo el rato mantenéis una comunicación especial. Muéstrale cómo te sientes y exprésate con palabras, miradas o gestos. Así podrás crear un ambiente excitante, erótico y sensual, y lograr disfrutar al máximo con tu pareja de este y muchos otros placeres.