Macri y Macrón se reunirán este sábado

La reunión con Macrón, primer ministro francés, se postergó hasta hoy por las dificultades para moverse en una ciudad convulsionada

Era uno de los objetivos, tal vez el principal, que Mauricio Macri; vino a buscar a esta ciudad, que se encuentra en alerta por la posibilidad de manifestaciones contra los principales líderes mundiales. Pero los tiempos no dieron, y todo se postergó para hoy. “No vienen, no se hace”, repitió el secretario de Asuntos Estratégicos, Fulvio Pompeo, sentado en un sillón del hotel Mövenpick, a eso de las 23, mientras lo escuchaban el vocero presidencial Iván Pavlovsky y los ministros Nicolás Dujovne (Hacienda) y Jorge Faurie (canciller). Del otro lado del teléfono, el secretario presidencial Darío Nieto les confirmaba que los presidentes no llegarían y que el encuentro bilateral con el presidente francés Emmanuel lMacron quedaba postergado hasta hoy. Quedó intacto un salón con dos filas de cinco asientos por lado, con banderas argentinas y francesas en la cabecera.

Macri apostaba a su encuentro con Macron para convencerlo y vencer la resistencia de Francia a firmar un acuerdo económico entre el Mercopsur y la Unión Europea . Un sí que ya dieron Angela Merkel (Alemania), Italia, España y Holanda, y al que Francia se resiste para, como dijo el ministro de Hacienda Nicolás Dujovne, “defender su propia economía, en especial a quienes viven de la agricultura”.

De todos modos, la expectativa de lograr un apoyo de Macron a la unidad UE-Mercosur sigue intacta. “No pasa nada, se van a ver mañana (por hoy) en cualquier momento del día”, afirmaron desde el Gobierno, y explicaban la cancelación en que “se atrasó la cena de gala de los mandatarios” organizada por la canciller alemana Angela Merkel en honor a sus invitados.

Hacia el final del día, el Gobierno hizo de todos modos un resumen positivo. Contabilizó en el haber la reunión que tuvieron Macri y su par de Brasil, Michel Temer (en su calidad de mandatarios de países socios del Mercosur), con los presidentes del Consejo Europeo, Donald Tusk, y de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker. Dialogaron, explicó el Gobierno, sobre la situación agrícola, uno de los puntos centrales a resolver de cara a la integración comercial de ambos bloques.

Macri también habló, durante un largo rato, con el presidente del gobierno español, Mariano Rajoy, y la integración entre ambos bloques regionales estuvo presente en la charla.

Rajoy es el principal impulsor dentro del bloque europeo de la unidad con el Mercosur, y se le suma además su vecino Portugal, cuyo primer ministro, António Costa, se reunió el mes pasado en la Casa Rosada con el Presidente.

Por la mañana, el jefe de Gabinete, Marcos Peña, se mostró optimista en firmar el acuerdo UE-Mercosur “antes de fin de año”.

Peña remarcó además que la búsqueda de ese acuerdo “está en la agenda” del presidente Macri en el G-20, y que las conversaciones para “allanar el camino hacia la integración comercial” deben superar obstáculos como los que plantea Francia en defensa de sus agricultores.

La voluntad de Macri es llegar por un acuerdo político básico a la reunión de la OMC que se celebrará en Buenos Aires en diciembre.

El acuerdo es visto por la Casa Rosada como una señal para atraer inversiones del extranjero, más allá del alcance que puedan tener medidas concretas como la baja de aranceles y favorecer el flujo comercial, a uno y otro lado del océano Atlántico.

En su discurso ante el plenario del G-20, el Presidente trazó una visión positiva de su gestión económica, con el mismo objetivo de seducción.

“El segundo trimestre fue el cuarto consecutivo de crecimiento y confiamos en terminar el año a un ritmo de crecimiento de 3% o más”, dijo Macri.

“Ordenamos la economía, evitamos una crisis y rápidamente pusimos en marcha el plan de infraestructura más ambicioso de nuestra historia”, puntualizó el primer mandatario al hablar en la sesión sobre Crecimiento Global y Comercio.

Luego de las sesiones plenarias, que lo tuvieron ocupado hasta caer la tarde, el Presidente llegó junto a su esposa, Juliana Awada, a la Filarmónica de Elba, en la zona de los canales que le dan una mirada pintoresca a la ciudad.

La cena posterior se extendió demasiado, y los problemas para trasladarse de un lugar al otro, aunque sea entre distancias mínimas, terminaron por complicar la cumbre con Macron.

Hoy, prometieron en el Gobierno, se concretará. Y reverdecerán las expectativas de avanzar con el trabajoso acuerdo con la Unión Europea.