El presidente Mauricio Macri empezó la semana con una seguidilla de reuniones clave en la Casa Rosada, tras los abruptos cambios en su Gabinete. Los primeros en llegar a Balcarce 50 fueron los exministros Juan José Aranguren, de Energía; y Francisco Cabrera, de Producción, que se despidieron del mandatario y participaron de una comitiva de transición con sus sucesores, Javier Iguacel y Dante Sica, respectivamente.
A diferencia de Cabrera, a quien el jefe de Estado le explicó el viernes la decisión de su salida, Aranguren no corrió en la misma suerte. Recién este lunes, después de hablar con sus colaboradores, el exCEO de Shell estuvo 10 minutos a solas con Macri en el despacho presidencial. Antes de las 10 de la mañana, el exministro ya se había ido de la Rosada.
Macri encabezó una reunión con los dos nuevos ministros junto con el titular de la cartera de Transporte; Guillermo Dietrich; de Cultura; Pablo Avelluto; Finanzas y Hacienda; Nicolás Dujonve; y el jefe de Gabinete, Marcos Peña. También asistió Jorge Triaca, de Trabajo.
A su vez, el mandatario convocó a parte de su “mesa chica”, conformada por el núcleo duro de Cambiemos. En esta oportunidad, participó la gobernadora de la provincia de Buenos Aires, María Eugenia Vidal; el jefe de Gobierno de la Ciudad, Horacio Rodríguez Larreta; el presidente de la Cámara de Diputados, Emilio Monzó; y el ministro de Interior, Rogelio Frigerio.
El eje central de las conversaciones fue seguir analizando futuros cambios en el esquema del oficialismo. Se especula que, para reducir el gasto público, varios ministerios podrían bajar su rango a secretarías, como Ambiente, Agroindustria y Cultura. También corrieron las versiones que Esteban Bullrich volvería a Educación, después de que Alejandro Finocchiaro lance su campaña en La Matanza.
Tras su encuentro con Macri, Frigerio cruzó toda la explanada hasta el Palacio de Hacienda para reunirse con Dujovne, quien coordina el equipo económico. Según trascendió, ambos analizaron la respuesta del mercado cambiario tras las medidas que tomó el Banco Central, con Luis Caputo como nuevo presidente, para calmar la escalada del dólar y proyectar mayor confianza.
La entidad monetaria confirmó que licitará reservas hasta que lleguen los dólares del Fondo Monetario Internacional y cambiará regulaciones a entidades financieras para que una mayor oferta de divisas ayude a contener la demanda de moneda extranjera.
