El caso de la desaparición del septuagenario Manuel Ifrán, sucedida hace poco más de un año, sumó en las últimas horas un nuevo capítulo que pone en evidencia para sus hijos, que todo lo hecho durante la búsqueda y la recolección de restos óseos hallados en un descampado ya rastrillado, estuvo mal.
Es que durante la siesta y tarde del último lunes de este mes de julio de 2018, las hijas se pusieron de acuerdo, se decidieron y fueron al lugar en donde la Policía había recuperado un cadáver en la zona del barrio Cocomarola Este, en inmediaciones de la avenida Cocomarola al Sur, metros después del barrio de viviendas A-4.
Y del que todo hace suponer de que se trata de los restos de su padre, ya que semanas atrás ellas mismas reconocieron las prendas y objetos que estaban al lado de esos huesos humanos.
“Con mis hermanas veníamos hablando para ir al lugar, porque de acuerdo a lo que nos había dicho la Policía, en base a los estudios y pruebas encontradas en el lugar, el torso de papá estaría desnudo, sin la remera que llevaba puesta, entonces nos propusimos para ir al lugar a ver si encontrábamos la remera…”, explicó este martes Graciela Ifrán a El Territorio, tras otra ingrata sorpresa en torno al caso de su padre que se fue de la casa el pasado 12 de abril de 2017 y nunca más lo vieron.
En el mes de mayo de este año un grupo de operarios de una empresa que estaba colocando torres de alta tensión en la zona, dieron con restos ósesos y rápidamente llamaron a la Policía. Por las características, horas después se sospechó de la posibilidad de que se trate del hombre a quien se buscaba desde hacía más de un año.
“Fuimos con mis hermanas, con gente del Foro de Seguridad con quien siempre nos movemos y con un bombero voluntario para ver si encontrábamos la remera y en lugar de eso, encontramos más huesos… cuando pasó eso, llamamos a la Policía y fueron otra vez al lugar para ver lo que encontramos”, relató Graciela.
“La forense nos aseguró que, a simple vista, eran huesos humanos… es probable que pertenezcan a los mismos restos encontrados en mayo, por lo que también levantaron esos huesos para examinarlos y saber si es así… es todo muy increíble lo que está pasando, porque fuimos nosotras las que tuvimos que encontrar algo que no debería estar ahí”, dijo aún como desconcertada Graciela.
“Estaban como partidos, rotos, había huesos astillados…, ahora todo deberán hacer lo mismo que se hiciera con los restos anteriores… y nosotros que estábamos esperando el resultado del ADN para confirmar que es papá”, se lamentó una de las hijas de Manuel Ifrán, el hombre que saliera de su casa del barrio Mini City, al parecer, para visitar a su esposa internada. Manuel padecía del síndrome de alzheimer.