La manteca de Karité contiene entre sus principios activos, vitaminas, flavonoides, fitoesteroles y ácidos grasos insaturados, que colaboran con el cuidado intenso de nuestra piel. Al aplicarla no solamente nos proporciona humectación inmediata, sino que además nutre y ayuda a incrementar la producción natural de colágeno y elastina, resultando un verdadero aliado para nuestras rutinas de belleza.
Piel seca o agrietada:Frente a las bajas temperaturas, la manteca de karité puede ser de gran ayuda para hidratar y nutrir la piel de forma significativa y natural. Alcanza con derretir unas cucharadas a baño María y luego de tomar una ducha, aplicar con movimientos circulares en las zonas más afectadas, para mejorar el aspecto de nuestra piel. Dejamos actuar unos 5 minutos y retiramos con abundante agua tibia. La puedes aplicar en rodillas, codos, talones, e incluso en los labios cuando están agrietados o paspados por el frío.
Cabello saludable y brilloso: La manteca de karité es un poderoso hidratante que también se puede utilizar para devolverle al cabello su brillo y vitalidad natural. Puedes realizarte un baño de crema con ella, derritiéndola a baño Maria, aplicando sobre el largo del cabello. Deja actuar 25 minutos y lava como de costumbre. No solo le dará un aspecto saludable y brilloso al cabello, sino que además lo va a nutrir e hidratar profundamente.
Piel con estrías: La manteca de karité es excelente para tratar y reducir visiblemente las estrías. La debes aplicar derritiendo unas cucharadas a baño María en la zonas afectadas luego de la ducha con suaves masajes circulares, dejar actuar 5 minutos y retirar con abundante agua tibia.
Finalmente la manteca de Katiré, funciona como un excelente regenerador cicatrizante de la piel, por lo que la puedes aplicar en quemaduras, ya sea por descuidos en la cocina, o por largas exposiciones al sol, la manteca de karité, ayudará a regenerar la piel evitando descamaciones.
