Lactancia materna en niños mayores: Ventajas, beneficios y mitos

Con la intención de informar tanto al público general como al mundo sanitario, la Asociación Española de Pediatría (AEP) ha difundido unos argumentos con rigor científico sobre las lactancia en niños mayores.

La Asociación Española de Pediatría (AEP) ha publicado un comunicado sobre la lactancia prolongada destinada al público en general y al mundo sanitario. Como explican “aunque en otras culturas es algo habitual y cotidiano, la lactancia materna por encima del año de edad es relativamente poco frecuente en los países occidentales.” De ahí, que las madres que deciden seguir dando el pecho encuentran “barreras o rechazo en la sociedad, entre los profesionales sanitarios e incluso dentro de su propia familia, basadas en mitos o creencias personales”.

De hecho, la AEP afirma que “el mayor problema de la lactancia materna más allá del año de edad es el rechazo social y profesional por prejuicios o desconocimiento de la evidencia científica actual”. Es importante que cada familia y cada madre tome decisiones informadas. Si es su deseo continuar con la lactancia, el deber de los profesionales es apoyarles en su decisión y darles herramientas para superar las dificultades que puedan surgir. La asistencia a un grupo de apoyo a la lactancia y la relación con otras madres lactantes de niños mayores con las que compartir experiencias pueden ser una estrategia útil para apoyar y fortalecer la decisión de amamantar por encima de los 12-24 meses.

Recuerdan que la lactancia materna es una fuente de salud presente y futura. A mayor duración mayor es su beneficio potencial.

Mejor lactancia materna, sin el adjetivo de “prolongada”

Por otro lado, el término “lactancia materna prolongada”, aunque muy extendido, puede llevar a confusión. Prolongar significa hacer que algo dure más tiempo de lo normal o establecido. El empleo de este término puede hacer pensar que la lactancia en niños mayores de un año se considera como algo que está “más allá de las recomendaciones”, cuando en realidad es un objetivo en salud materno-infantil. Por este motivo, algunos autores propugnan hablar de “lactancia materna”, sin más adjetivos, con el objetivo de normalizar este hecho.

Sin límites de edad, argumento científico

Las principales asociaciones científicas nacionales e internacionales entre las que se encuentran la Organización Mundial de la Salud (OMS), UNICEF o la, Asociación Española de Pediatría, entre otras muchas “recomiendan que la lactancia materna sea el único aporte de alimento hasta los 6 meses de edad, y después complementarla con otros alimentos dentro de una dieta variada, al menos hasta los 12-24 meses de edad, pudiendo mantenerla todo el tiempo que madre e hijo deseen”.No hay establecido un límite superior para finalizar la lactancia. No son necesarias otras fuentes de lácteos si se realizan al menos 4 tomas de pecho diarias.

Los riesgos de la lactancia artificial son mucho mayores en países en desarrollo, donde la mortalidad infantil es mayor, al existir más dificultades para el acceso al agua potable y a ciertas condiciones de higiene. Por eso, la OMS, entre otras organizaciones, recomiendan que la lactancia materna se mantenga hasta los 2 años, una medida que pretende mejorar el estado de salud de la población infantil en países en desarrollo, más que cualquier otra intervención preventiva. Sin embargo, los riesgos de un destete prematuro en países desarrollados también son muy importantes, tanto para los niños, como para sus madres. Por ello, mejorar la tasa de lactancia al año de vida es un objetivo de salud pública también en países desarrollados.

La lactancia materna es una fuente de salud presente y futura. A mayor duración mayor es su beneficio potencial.

Beneficios de la lactancia materna en niños mayores

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Uno de los argumentos falsos que más se oyen es que la leche materna pierde sus propiedades con el paso del tiempo, y en este comunicado presentan un estudio demostrando la falsedad de este mito. De hecho, la leche materna se adapta a las necesidades y a partir del primer año, “la cantidad de grasa en la leche aumenta con respecto a los primeros meses, resultando un alimento completo y nutritivo para un lactante mayor y de mayor calidad que la leche de fórmula o de vaca”.

Los datos hablan por sí solo: un bebé mayor de un año que toma pecho obtiene aproximadamente 1/3 de sus necesidades calóricas y proteicas diarias a través de la leche materna (a veces más, sobre todo durante períodos de enfermedad), además de una cantidad muy importante de vitaminas y minerales.

Por otro lado, los niños mayores que toman pecho siguen disfrutando de losbeneficios inmunológicos de la leche materna, con una menor incidencia de infecciones para su edad que sus coetáneos que no son amamantados.

Ventajas de la lactancia en niños mayores

Además de ser nutritiva y aportar beneficios inmunológicos, las ventajas de mantener más tiempo la lactancia materna no solo se observan a corto plazo, sino años después del destete. El comunicado afirma que “se ha constatado una menor incidencia de ciertos tipos de cáncer (como la leucemia infantil, de enfermedades metabólicas y autoinmunes (como la diabetes tipo 1) y un mayor desarrollo intelectual a mayor tiempo y exclusividad de lactancia materna, efecto que permanece durante años y que incluso puede llevar a alcanzar un mayor nivel de estudios y de ingresos económicos en la vida adulta.”

En cuanto al desarrollo emocional y psicosocial del niño, a mayor tiempo de la lactancia materna una menor incidencia de maltrato infantil, mejor relación con los padres en la adolescencia, mayor percepción de cuidado y mejor salud mental en la vida adulta.

Y para la madre, a mayor tiempo de la lactancia materna menor riesgo de enfermedades como la diabetes tipo 2, cáncer de mama, cáncer de ovario, hipertensión e infarto de miocardio.

No hay ningún riesgo por prolongar la lactancia materna

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Uno de los grandes bulos que existen entorno a la lactancia materna en niños mayores por encima de los 2-3 años de edad es que existe relación directa con las caries infantiles y con la malnutrición en países en desarrollo, ambos relaciones no han sido constatadas por los científicos.

Lactancia durante el embarazo

Una de las grandes dudas de las madres que dan el pecho durante años es qué hacer cuando se está embarazada. En el estudio se afirma que “no hay ningún riesgo demostrado en continuar la lactancia del niño mayor durante un nuevo embarazo, aunque hay que individualizar y valorar el destete en caso de amenaza de aborto o parto prematuro, así como en otras situaciones especiales”. Amamantar a ambos hermanos tras el nacimiento del nuevo bebé es posible, ya que la producción de leche se adapta según la demanda. El principal problema de la lactancia en tándem puede ser la sobrecarga materna ante las demandas de ambos niños y los sentimientos encontrados que le puede producir amamantar al mayor.

Trucos para hacer el destete en niños mayores

Se recomienda mantener la lactancia tanto tiempo como madre e hijo deseen. Cuando una mujer cree que ha llegado el momento de destetar, se aconseja no hacerlo bruscamente ni con engaños. La mejor estrategia es la del destete gradual, sin ofrecer ni negar el pecho, pudiendo negociar las condiciones con el niño.  La AEP propone por ejemplo dar el pecho en ciertos lugares o situaciones, o con una duración limitada de la toma. Durante la etapa del destete es importante ofrecer alternativas a la necesidad de contacto del niño, ya que la relación que se establece a través de la lactancia es un vínculo muy estrecho que debe ir reorientándose paulatinamente.

Ana Palicio