Chloe Ayling es una modelo británica de 20 años. En su Instagram, muestra su belleza y las sensuales fotos de su producción. Pero ahora es noticia por haber vivido una pesadilla: la secuestraron, la drogaron y la quisieron subastar en Internet.
Chloe Ayling, la modelo que vivió una pesadilla (Instagram)
La historia se conoció este fin de semana. Chloe fue drogada y secuestrada durante seis días en Milán, adonde viajó engañada pensando que iba a hacer una sesión de fotos. En sus redes sociales, la chica muestra habitualmente producciones realizadas en distintos lugares de Europa, como esta sesión en Ibiza, España.
Una sesión de fotos de Chloe Ayling en Ibiza (Instagram)
Pero la realidad era otra. Su secuestrador pretendía presuntamente subastarla a través de páginas web de la Internet profunda, informaron medios británicos. En uno de esos sitios subió una foto de Ayling con un cartel en su estómago ofreciendo “servicios sexuales” y una descripción con sus medidas, su edad y su precio: 300.000 dólares. La fecha de subasta, según informó The Independent, era el 16 de julio.
Las producciones que Chloe Ayling muestra en sus redes sociales (Instagram)
Las producciones que Chloe Ayling muestra en sus redes sociales (Instagram))
Las producciones que Chloe Ayling muestra en sus redes sociales (Instagram)
Ayling habló con los medios británicos en la puerta de casa de su madre y relató que durante su cautiverio no sabía si viviría para contar lo sucedido. “Pasé por una experiencia aterradora, temí por mi vida, segundo por segundo, minuto a minuto, hora por hora –dijo–. Estoy increíblemente agradecida a las autoridades italianas y británicas por todo lo que hicieron para asegurar mi libertad”.
La casa de Borgial, Italia, donde tuvieron cautiva a la modelo. (Polizia di Stato Italiana)
La chica pidió paciencia: “Acabo de llegar a casa después de cuatro semanas y no tuve tiempo de ordenar mis pensamientos. No puedo decir nada más hasta que la policía británica me informe de ello”.
El interior de la casa donde tuvieron cautiva a la modelo inglesa. (Polizia di Stato Italiana)
La casa donde tuvieron secuestrada a la modelo. (Polizia di Stato Italiana)
Ayling dio un informe detallado del presunto secuestro a la policía italiana. Se cree que el pasado 11 de julio fue drogada con ketamina, un tranquilizante para caballos, metida en una bolsa dentro del baúl de un vehículo y llevada hasta una casa aislada en Borgial, al noroeste de Turín, donde la retuvieron durante seis días atada a un mueble.
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La joven describió el momento en que recuperó la conciencia. “Cuando me desperté estaba vestida con un body rosa y las medias que llevo ahora. Me di cuenta que estaba en el baúl de un coche con mis muñecas y tobillos esposados y cinta adhesiva en la boca. Estaba dentro de una bolsa y sólo podía respirar a través de un pequeño agujero”, recordó.
Chloe Ayling mostró el embarazo de su hijo de casi dos años en las redes (Instagram)
El Ministerio de Exteriores del Reino Unido confirmó que está asistiendo a la joven, mientras que la policía italiana detuvo a Lukasz Herba, un polaco de 30 años con residencia en el Reino Unido, como sospechoso del secuestro. Sus captores decidieron llevarla hasta el consulado británico en Milán y liberarla, el 17 de julio. La víctima relató a la policía que decidieron liberarla tras enterarse que tenía un hijo, un bebé de casi dos años. Ella había mostrado su embarazo en la cuenta de Instagram.
Herba, acusado del secuestro. (Polizia di Stato Italiana)
Herba, que confesó el secuestro, planeó el ataque durante meses y había obtenido un pasaporte polaco falso bajo el nombre de Daniel Zawada a través de Internet en mayo, reveló el diario británico Daily Telegraph. El caso está siendo investigado por las autoridades de Italia, el Reino Unido y Polonia.
A raíz de la detención de Herba, las fuerzas de seguridad detectaron diversas subastas en línea en las que supuestamente se vendía a jóvenes secuestradas, en las que se incluía una descripción de la víctima y un precio. La policía no aclaró todavía si se trata de secuestros reales o bien si el sospechoso inventó a esas víctimas para tratar de cobrar su venta o su rescate.
El secuestrador, que asegura trabajar para una mafia de tráfico ilegal que opera en la Internet profunda, denominada “Black Death Group”, exigió al agente de la modelo 253.000 euros para evitar que fuera subastada.
