La razón por la que los bebés empuñan las manos

Llama la atención como siempre mantienen los puños cerrados.

Alguna vez te preguntaste ¿por qué los bebés siempre tienen las manos cerradas? Aquí te cuento.

¿Por qué ocurre esto?

Lo que sucede es que las manitos de los bebés están apretadas debido a un reflejo llamado prensil palmar. Todos los niños cuando nacen lo tienen y se mantiene durante las primeras 6 semanas de vida.

Es durante el primer mes de vida en el que este reflejo se encuentra en todo su potencial. Si alguna vez viste una mano de un recién nacido, ¡es muy difícil abrirla! Con el paso del tiempo, cuando ya puede tomar cosas por si mismo, el bebé ira perdiendo el reflejo prensil y sus manos estarán más tiempo abiertas.

¿Como evoluciona un bebé?
Cuando nace y durante las primeras semanas de vida, el bebé recién nacido conserva la misma posición de confinamiento dentro del útero. Seguro mantendrá sus brazos y sus piernas cerca de su cuerpo y las manos con los puños cerrados hasta que pasen las semanas y esto cambie.

Cuando el bebé cumpla seis semanas comenzará a agarrar una mano con la otra para poder abrirla. Es probable que todavía no se interese por su sonajero o que sí desea tomarlo pero no pueda y esto lo frustre muchísimo, al punto de hacerlo llorar.

Con el tiempo, esto pasará y el niño ya podrá dominar sus manos las cuales abrirá por completo, ¡un mundo nuevo se abrirá ante sus ojos! Al poco tiempo ya podrá tomar su sonajero u otros objetos livianos e inclusive en un par de meses tendrá un descubrimiento trascendental para él: sus pies.

La habilidad de tu hijo para agarrar las cosas con su mano será gradual y mejorará con el correr de los días. Hasta que cumple dos meses, puede tener dificultades por reconocer las manos como parte de su cuerpo, pero con el paso de las semanas esto ya no será tan así hasta que pueda enfocar la mirada y tomar lo que desea sin ayuda y sin dejarlo caer.

Es increíble cómo nuestros hijos cambian en tan poco tiempo y cómo aprenden muchísimas cosas que luego aplican durante toda su vida. Si tienes la fortuna de ser mamá de un pequeñito de esta edad comprobarás todo lo que yo te digo, observa sus puños cerrados y presta atención como poco a poco comienzan a abrirlos.