La comisión parlamentaria de Brasil aprobó el juicio político contra Dilma Rousseff

Con 38 votos a favor y 27 en contra, el comité especial decidió que la mandataria debe ser sometida a un impeachment de destitución por maquillaje de las cuentas públicas

Tras la aprobación en la comisión especial, la palabra pasará al pleno de los 513 diputados, en el que el proceso avanzará si es respaldado por una mayoría calificada de al menos dos tercios (342 votos). Si los diputados deciden proseguir, la acusación pasará al pleno del Senado, que por mayoría simple decidirá si archiva la causa o inicia lo que sería el propio juicio político.

En ese último caso, la mandataria deberá separarse del cargo hasta que concluya el proceso, para el cual habrá un plazo de 180 días, y en ese período sería sustituida por el vicepresidente Michel Temer, quien completaría el mandato que concluye el 1 de enero de 2019 si se llegara a la destitución.

38 parlamentarios votaron a favor y 28 en contra en la comisión especial

Durante la discusión, el relator de la comisión, Jovair Arantes, reiteró su “convicción” de que “hay indicios suficientes de que la denunciada practicó actos que pueden ser considerados como crimen de responsabilidad”, por haber autorizado gastos no presupuestados sin la autorización del Congreso en 2014, el año de su reelección, y en 2015.

El abogado general del Estado, José Eduardo Cardozo,“Fuera Dilma”, “Fuera Cunha”, “Fuera PT”, fueron algunos de los gritos que alteraron el orden de la sala, lo que ocasionó unos minutos de retraso para la votación.

Los parlamentarios afines al PT, en tanto, levantaron carteles con la inscripción “El impeachment es un crimen”.

Fuera del Congreso, la policía tendió vallas a lo largo de la explanada de los ministerios para separar a los centenares de miles de manifestantes de ambos bandos que se espera que lleguen a Brasilia el fin de semana, para presionar los debates del plenario de la Cámara.

La tensión se acrecentó aún más con la filtración de un audio el cual el vicepresidente centrista Michel Temer, que reemplazaría a Rousseff en caso de impeachment, ensaya un discurso a la nación como si la partida de la mandataria del Partido de los Trabajadores (PT) fuese ya una mera formalidad.