Hollywood utiliza la nostalgia para seguir atrapando a los espectadores

Con ciclos hechos a medida de los recuerdos de su público, como Stranger Things, e hitos generacionales pasados, como Bridget Jones

La nostalgia es un sentimiento potente y en alza por estos días. En particular, como recurso creativo en cine y TV, ¿o deberíamos decir como nueva estrategia de consumo? Así lo muestra Stranger Things (hit del verano en los EE.UU., del invierno en la Argentina). Pero la serie de Netflix no es el único ejemplo de culto al pasado, de retro-pastiche (pueden verse en Internet videos explicitando las copiosas citas de Stranger Things a hitos del terror y la ciencia ficción). En el cine tuvimos este año la encarnación femenina de Cazafantasmas, sujeto de diatribas de parte de una porción muy minoritariade fans masculinos por “arruinar” el recuerdo de la película favorita de su infancia con el sólo hecho de su mera existencia. Mañana regresa a la pantalla grande Bridget Jones, a quien los doce años de ausencia no han hecho mella: más allá de tener un bebé en camino poco ha cambiado en su vida. También en la música, la moda y hasta la literatura parecemos estar viviendo un pico de consumo nostálgico ¿Por qué?
Es probable que el cine y la TV sean los espacios en donde más se nota esta pulsión de rescate, gracias al aceleramiento y al acortamiento en los ciclos de consumo (binge watching mediante). La industria debe abastecer a un público que espera ansioso el “nuevo Stranger Things” o el comienzo de su segunda temporada. Da más o menos lo mismo: lo que venga primero.

En ese sentido, algunos de los últimos lanzamientos en materia de series parecieran confirmar el lugar común aquel de que toda generación tiende a mirar a sus predecesoras con reverencia, y que toda década pasada guarda un gran atractivo en el inconsciente colectivo. Escoltando a Stranger Things en el podio de lo más visto este año tenemos a Fuller House, el reboot de la ochentosa y familiar Full House, pero también -en el otro extremo estético- el anunciadísimo regreso, en 2017 de Twin Peaks de David Lynch.

¿Otras series recientes que capitalizan el imaginario de otras décadas? La ya clásica Mad Men, la sesentosa Masters of Sex, la notable The Americans y Halt and Catch Fire, la excelente ficción de AMC que gira en torno al comienzo de la industria de las computadoras hogareñas. Es decir, con mayor o menos gracia u originalidad, el prime time se ha vuelto un lugar para los aficionados a las reconstrucciones de época.
Lo cierto es que las nuevas posibilidades de acceso a la información (en formato de archivos digitales gratuitos y en streaming) le dan la mano a esta aparente sequía creativa y el resultado es que los revivals parecen haberse intensificado, a la vez que el marketing del recuerdo se ha vuelto una herramienta indispensable para atraer a las audiencias.