La transición estacional estará en su apogeo esta semana. Acelerado, el aumento de las temperaturas alcanzará los 30º para el fin de semana, temperaturas que se estabilizarán casi sin cambios en 30 ó 31º por los próximos seis o siete días. Mientras tanto, las mínimas apenas subirán de los 12º de hoy a los 18º para el miércoles 12, cuando un nuevo frente lluvioso del Sur estará arribando a la provincia. Estas temperaturas primaverales serán el reflejo de días a pleno sol en zonas Sur y Centro de Misiones y mayormente soleados en el Norte, sustentados por vientos leves del SE.
La humedad permanecerá baja en el horario diurno y alta en horario nocturno, debido a vientos del SE y del Este que aportarán humedad oceánica en las noches.
Sin lluvias hasta el jueves 13
En cuanto a la oferta de precipitaciones, la situación continuará dependiendo del arribo de algún frente patagónico, que recién se asomará por estas tierras entre el 13 y el 15, con precipitaciones moderadas que promediarán entre 20 y 40 mm. Sucede que los vientos del Pacífico continuarán soplando intensos del Oeste en el país desplazando las lluvias patagónicas al Atlántico y al Litoral, y manteniendo la escasez de lluvias en Chaco y Formosa. Para lluvias más abundantes en Misiones, y para gran parte del Norte argentino, deberemos esperar a los últimos diez días de septiembre. Naturalmente, y como es habitual, la llegada de lluvias se normalizará en cantidad y en frecuencia en octubre.
La verdad del mosquito
Como veníamos anticipando en esta columna y contrariamente a lo que habitualmente se sostenía, el mosquito Aedes aegypti, principal transmisor del dengue, chikunguña, y zika, requiere de aguas turbias en recipientes sucios para un mejor y más rápido desarrollo. Desde los organismos de prevención y control, era costumbre informar lo contrario, esto es, que las larvas del insecto requerían de aguas transparentes en recipientes limpios para cumplir su ciclo. Este concepto, manifiestamente contrario el sentido común, fue objeto recientemente de un experimento por parte de científicos de la UBA y del Conicet, que demostró que recipientes muy sucios a la intemperie y con aguas turbias con materia orgánica, permitían al mosquito desarrollarse desde el huevo, pasando por la etapa de larva, luego en pupa y finalmente echarse a volar en solo siete días.
En cambio, en recipientes con agua limpia, el mismo proceso demoró un mes y medio, y se explica porque un recipiente limpio a la intemperie se va contaminando, y al cabo de 45 días esa agua ya no está limpia. Esta investigación acaba de ser publicada por el Journal of Vector Ecology. Ahora bien, ¿cómo es posible que los organismos gubernamentales encargados de controlar el vector, incurrieran en semejante error durante años? Sólo puede explicarse por no querer asumir la responsabilidad por la tarea de limpieza, delegándola en la comunidad, e ignorando la imperiosa necesidad de poner fin a los arroyos urbanos a cielo abierto, a la reparación de calles, veredas y rejillas, a la limpieza diaria de banquinas, badenes y desagües, ya que bastan pequeñas irregularidades en superficies de cemento, para hacer fracasar toda la tarea de prevención.
Esta situación es producto de la política de reemplazar áreas técnicas por direcciones administrativas para ocupar a jóvenes militantes, aunque carezcan de una adecuada formación para el cargo.
Por Alfredo Yaquinandi