Un gol para la historia…

Para las casas de apuestas era un batacazo, una jugada fuerte, un resultado de esos que puede hacer ganar millones. Para los propios hinchas del humilde Benevento era un sueño (casi) imposible sumar ante el poderoso Milan. Y hasta sus jugadores sabían que la parada era complicada. Pero… Sí, el equipo recién ascendido y el que había perdido los 13 partidos que había disputado logró su primer punto. Y no de cualquier manera: lo hizo en el cuarto minuto de descuento y por un gol de cabeza ¡de su arquero!

Obviamente, el partido salió como se esperaba: con el Milan manejando la pelota y disponiendo de las mejores situaciones. Fue así como se puso en ventaja, a los 38 minutos del primer tiempo, por intermedio de Giacomo Bonaventura. Pura lógica y alegría para Gennaro Gattuso, quien debutó en el banco del Milan.

Pero el Benevento nunca se entregó. Con sus (pocas) armas llegó al empate gracias a George Puscas, un gol que para sus hinchas ya era histórico, aunque les faltaba lo mejor. Es que siete minutos después, el Milan golpeó otra vez con el croata Nikola Kalinic. Y el 2-1, a esa altura, parecía definitivo.

Sin embargo, quedaba más. Un capítulo fascinante. Jugados y sin nada por perder, Alberto Brignoli, el arquero del Benevento pidió autorización al banco para ir al área rival en un tiro libre a favor. Era la última bola del partido. Y con el sí, se mandó. Seguro. Confiado. Con la ilusión de dar vuelta la historia. O mejor dicho, de igualarla. ¡Y lo consiguió!

El centro llegó desde la izquierda, preciso, justo para que el flaco Brignoli se estirara y metiera el cabezazo goleador para el 2 a 2. La locura, sus gritos, el de sus compañeros y los hinchas estaban más que justificados. Y ahora sí, eran propios de un gol que quedará registrado en la historia, ya que con él se terminó la racha que tenía al club como el peor arranque en las cinco grandes ligas europeas (España, Italia, Inglaterra, Alemania y Francia).

 

El Benevento, club de una pequeña ciudad a 90 kilómetros de Nápoles, recibió 36 goles y marcó apenas 8 en las 15 fechas jugadas. Sin embargo, ante el Milan no bajó los brazos y tuvo recompensa con el gol de su arquero.