Festival de Cine de Toronto: La previa a la entrega del Oscar

Las películas La La Land, Jackie, Moonlight, Lion y Loving, entre otras, se perfilan como las favoritas a ser candidatas

Cumplida casi una semana de frenética actividad y de películas a toda hora, y cuando ya casi no queda nada nuevo por revelase, el Festival Internacional de Cine de Toronto (TIFF 2016) empieza a poner en juego una de sus tradiciones: funcionar como primer banco de pruebas y de especulaciones en la larga carrera hacia el Oscar. Hay un motivo muy poderoso, indiscutible, que mantiene esta tradición: ocho de las últimas diez ganadoras del premio más importante de la industria del cine pasaron por aquí. Argo, 12 años de esclavitud y En primera plana fueron las últimas ¿Por qué habría de ocurrir lo contrario en esta temporada?

Los observadores ya integran a Toronto en una suerte de constelación junto a los festivales de Venecia y Telluride (todos ellos casi simultáneos) como plataforma de lanzamiento de las tendencias iniciales de la temporada de premios. Pero desde TIFF 2016, con su gigantesco magnetismo, el poder de su mercado y la asistencia casi completa del mundo más influyente de Hollywood, los candidatos tempranos empiezan a asomar con fuerza. Y este año, por lo visto hasta aquí, el primer gran favorito es La La Land, un colorido y atrapante regreso a los musicales clásicos en el que una pareja (ella, aspirante a actriz y guionista; él, un pianista de jazz que sueña con el estrellato) trata de alcanzar sus ilusiones en un lugar (Los Angeles, justamente) donde los sueños pueden viajar demasiado rápido de la idealización al fracaso. Es inevitable que el tema de la película, su concepción visual y sonora llena de ideas y giros impredecibles, y las actuaciones protagónicas de Emma Stone y Ryan Gosling atraigan potenciales miradas alrededor del Oscar. Su director, Damian Chazelle, vivió con ese premio hace dos años un momento estelar gracias a Whiplash. Esta vez apunta más alto y podría recibir su consagración definitiva.

Por lo visto aquí, Emma Stone (ganadora como mejor actriz en Venecia) tiene una rival de peso como favorita para el Oscar a la mejor actriz en Natalie Portman . Seis años después de ganar la estatuilla por El cisne negro, Portman reapareció con fuerza. Todos hablan de su personificación de Jacqueline Bouvier, la viuda del presidente John F. Kennedy, en Jackie, minucioso y devastador retrato del momento en que ella afronta las secuelas del asesinato de su marido, en 1963: la preparación del funeral, su salida de la Casa Blanca, las peleas con Robert Kennedy, el testimonio que quiere dejarle al mundo. Es la primera película hablada en inglés del chileno Pablo Larraín (de quien aquí también se exhibió Neruda, atípica biografía del poeta trasandino, que ayer se anunció que es la candidata al Oscar por Chile) y ya empieza a hablarse de la posibilidad de que Larraín ingrese en el cuadro de los aspirantes a mejor director.

Otros dos títulos no dejan de crecer en las especulaciones y los trascendidos que vienen recorriendo la muestra en los últimos días. Uno es Moonlight, pequeña y sensible película de Barry Jenkins que narra en tres capítulos la infancia, adolescencia y adultez de Chiron, nacido y criado en un suburbio empobrecido de Miami habitado en su totalidad por afroamericanos. El protagonista debe luchar contra una madre adicta al crack, las burlas de sus compañeros de estudios, las dudas sobre su sexualidad y la incertidumbre de enfrentar una vida que no parece tener otro destino que el delito o la marginalidad. Puede ser la sorpresa de este año.

El segundo es mucho más ambicioso y se apoya en la astuta capacidad estratégica para las campañas del Oscar del poderoso productor Harvey Weinstein, que recurrió de nuevo al equipo triunfador de El discurso del rey (la ganadora del Oscar en 2011) para contar en Lion la historia real de Saroo, un chico nacido en una pobrísima familia de la India que a los cinco años se queda una noche dormido en un tren y cuando se despierta está en Calcuta, a 2500 kilómetros de su hogar. La durísima lucha por sobrevivir termina cuando logra ser adoptado por una familia australiana y se instala con ella en Hobart (Tasmania). Dos décadas después, Saroo recurrirá a Google Earth para reencontrarse con su lugar nativo y su familia biológica. Dirigida por el australiano Garth Davis (Top of the Lake) con una mezcla de sensibilidad y golpes de efecto (hay una muy cuestionable escena del funeral de un niño en medio de los basurales de Calcuta), Lion se encamina a lograr varias nominaciones y ya trascienden entre ellas los nombres de Dev Patel, como el protagonista adulto, y Nicole Kidman , como la madre adoptiva, como posibles aspirantes a mejor actor y actriz de reparto, respectivamente.

Hay varias películas más dando vueltas en este juego de pálpitos: Loving, de Jeff Nichols, presentada en Cannes, sobre las vicisitudes de un matrimonio interracial en los Estados Unidos durante los años 50; Arrival, del local Denis Villeneuve (La sospecha, El hombre duplicado, Sicario), una sólida y cuidada historia de ciencia ficción en la que Amy Adams (otra posible candidata a mejor actriz) interpreta a una lingüista resuelta a comunicarse con invasores extraterrestres, y Manchester By the Sea, de Kenneth Lonergan, favorito de Sundance que se instala en la carrera por los premios a partir de un intenso drama familiar en una pequeña comunidad de Massachusetts, con brillantes actuaciones de Casey Affleck y Michelle Williams . Todas tienen asegurado su estreno comercial en la Argentina mientras buscan un lugar en el difícil camino hacia el Oscar que acaba de iniciarse aquí en Toronto.