El Estado Islámico se atribuyó la explosión en el subte de Londres que dejó 29 heridos mediante un artefacto “preparado para causar grandes daños”.
A través de la agencia Amaq, considerada su órgano de prensa, los terroristas celebraron el ataque y asumieron su responsabilidad para llevarlo a cabo.
La policía británica está en una “cacería humana” por toda la ciudad en busca de los responsables del cuarto ataque terrorista en Gran Bretaña en lo que va de año.
La primera ministra Theresa May dijo que el artefacto “intentaba causar grandes daños“, pero que para alivio de autoridades y habitantes, la bomba (que estaba oculta en una cubeta plástica y dentro de una bolsa térmica de supermercado) explotó parcialmente, lo que sin duda evitó una carnicería peor.