El restaurante de Messi recién abrió y ya hay quejas

Lo inauguraron el viernes para comensales amigos. Los vecinos están juntando firmas porque dicen que afecta al silencio del barrio.

El viernes, el restaurante de Lionel Messi y sus hermanos abrió en Barcelona para que comensales amigos degusten el menú. Pero ya desató una ola de críticas: la Federación de Asociaciones de Vecinos de Barcelona (FAVB) rechaza su instalación.

Los vecinos residentes en el interior de la isla del Eixample en la que está ubicado Bellavista del Jardín del Norte, el multiespacio impulsado por el jugador y sus hermanos, están juntando firmas contra el restaurante. El consejo del distrito del Eixample concedió a los hermanos Messi una licencia de bar-restaurante, con actividad complementaria con música de fondo ambiental y otras actuaciones en directo.

La superficie útil del restaurante es de 905,69 metros cuadrados y capacidad para 298 personas, además de una terraza en la calle para unos 48 comensales más. En él se recrea la vida de un pueblo, don distintos espacios como la plaza, la peluquería, el banco, el quiosco y el local de juegos electrónicos.

El motivo principal de la oposición de los vecinos es que este gran restaurante pretende ofrecer a sus clientes el uso del patio situado en el interior de la isla, que “romperá el silencio actual del entorno, actuando como una caja de resonancia, como ya sucede con las terrazas de hoteles próximos en otras islas del Eixample”, se asegura en el comunicado de la asociación vecinal.

Según la FAVB, la licencia que otorgó el ayuntamiento al restaurante promovido por los hermanos Messi se limita a la superficie situada en el interior del edificio y no incluye el espacio del interior de la isla.

Por lo tanto, el restaurante no debería ocupar el interior de la isla, ya que supondría “una agresión frontal contra el derecho al descanso y a la tranquilidad de los vecinos residentes”, ya que la FAVB calcula que tendría unos 300 comensales desde el desayuno a la cena.

El restaurante es el resultado de la alianza empresarial de Rodrigo Messi, hermano de “La Pulga”, con los hermanos Juan Carlos, Borja y Pedro Iglesias, los socios del famoso chef catalán Fernán Adriá.

El restaurante pretende ser un homenaje a la vida de pueblo y, en especial, a la ciudad de Rosario (Argentina), de donde proceden los Messi. Costó unos 2,5 millones de euros.