El mimbre, un material tradicional para decorar tu hogar

¿Quién no piensa en una mecedora o un mueble de jardín y automáticamente lo asocia al mimbre? Este material natural siempre ha estado presente en los hogares de nuestro país, ya que cuenta con una alta capacidad de adaptación

Decora tu hogar con mimbre

El mimbre se obtiene a través de un arbusto del mismo nombre y que guarda gran parecido al sauce. Posee gran cantidad de ramas largas y finas que son muy flexibles y a partir de las cuales se consigue la fibra vegetal que da lugar al mimbre con el que se fabrican los muebles.

Una de las características más atractivas del mimbre es que es sumamente ligero pero, sin embargo, es un producto bastante robusto con lo que ofrece bastante resistencia. Además, los productos suelen ser económicos y siempre dan un toque muy acogedor al hogar.

El mimbre como elemento decorativo es otra posibilidad de uso que vale la pena tener en cuenta en determinados estilos. Por ejemplo, si quisiéramos hacer de un entorno determinado un espacio étnico encontraríamos en el mimbre un sinfín de opciones muy interesantes.

Decora tu hogar con mimbre

¿A que ya estamos pensando en comprar algún producto de mimbre para nuestra casa o nuestro jardín? Nosotros confesamos que ya hemos estado echando el ojo algunos artículos de Cestería Guerrero. Son artesanos del mimbre desde hace décadas y lo hacen siguiendo las tradiciones de elaboración. Nos proponen cestos de todos los diseños, medidas y precios pensables, artesanía clásica con una calidad excelente. Los muebles de mimbre que podemos encontrar en su escaparate digital son únicos.

Cuidados del mimbre

Donde nunca puede faltar el mimbre es en un jardín o en una terraza, ¡y es que es la elección ideal para los espacios exteriores! Ahora bien, como todo buen objeto hay que cuidarlo del tiempo y del uso. En el caso del mimbre su mantenimiento es muy sencillo ya que basta con aplicar barniz para mejorar su resistencia y evitar que los bordes terminen por deshilacharse con el paso del tiempo.

Otra buena idea es cubrir los artículos con telas. Esto cumple una doble función, por un lado los protege y por otro le proporciona al objeto una naturaleza más personal, además de permitirnos el poder renovarlos cuando nos cansemos del color o del estampado de esa tela. Por ejemplo, pongamos que tenemos unas sillas de mimbre en nuestra terraza, pues les ponemos unos cojincillos por encima y cuando nos aburramos del tono de la tela la cambiamos.