El FMI alertó sobre el débil crecimiento global y pidió medidas al G20

Igual que el Tesoro de EE.UU., el Fondo recomendó a los países que se reúnen en China políticas monetarias y fiscales que apoyen el crecimiento.

El Fondo Monetario Internacional (FMI) alertó hoy de la debilidad del crecimiento de la economía global y de las “dinámicas negativas” que se prevén a largo plazo, a la vez que pedía a los países del G20 que tomen medidas al respecto.

Antes de la cumbre de líderes del G20 en la ciudad china de Hangzhou, el FMI publicó un informe alertando de una “actividad débil, un incremento más lento del comercio y una muy baja inflación”. Según el organismo, el ritmo de crecimiento global este año será incluso más modesto de lo anticipado.

El organismo advirtió una serie de “dinámicas negativas” en el largo plazo para el crecimiento, como el envejecimiento de la población, el bajo incremento de la productividad y una “ansiedad creciente acerca de la globalización”.

Fundamentalmente por los efectos de la victoria del sí en el referendo sobre el Brexit, el Fondo rebajó en julio una décima sus perspectivas de crecimiento mundial para este año y 2017, que quedaron en el 3,1% y 3,4%, respectivamente.

El autor del informe divulgado hoy, Helge Berger, anticipó que algunas economías avanzadas como EE.UU. van a crecer este año “menos de lo esperado” y que, en el caso de las emergentes, se están viendo “señales mixtas”.

Igual que el Tesoro de Estados Unidos, el FMI recomienda que los países del G20 adopten políticas monetarias y fiscales que apoyen “el crecimiento a corto plazo” a la vez que se “acelera el impacto positivo de las reformas estructurales”.

En un artículo publicado hoy, la directora gerente del Fondo, Christine Lagarde, alertó de las amenazas “contra la apertura económica” y enfatizó que, “sin acciones políticas contundentes, el mundo podría sufrir un crecimiento decepcionante durante mucho tiempo”.

“Es fácil culpar al comercio de todos los males que aquejan a un país. Pero frenar el libre comercio sería parar un motor que ha generado ganancias de bienestar sin precedentes en todo el mundo durante muchas décadas”, escribió Lagarde.