El Estado Islámico sumergió a siete desertores en agua hirviendo y los ejecutó

Los quiebres al interior del grupo yihadista son un hecho. Las ejecuciones por deserciones en batalla o faltas a la ley islámica aumentaron y debilitan a la organización

En la provincia de Saladino, Irak, el Estado Islámico (ISIS, por sus siglas en inglés) torturó y ejecutó a siete de sus propios combatientes. Primero los sumergieron en contenedores con agua hirviendo y luego les dispararon en la cabeza por abandonar el campo de batalla, según informó un medio local de Mosul.

Los yihadistas ejecutados fueron maniatados de pies y manos antes de hundirlos en el enorme recipiente. A mediados del mes de junio, el grupo terrorista asesinó a otros 19 de sus miembros por cargos de deserción en el campo de batalla en la región de Al Shuhada y Al Nassaf en el centro de Faluya. ISIS tiene su propia corte de justicia que sentencia a sus militantes y seguidores por faltar a juramentos o no apegarse a la sharia -la ley islámica- que rige sus acciones.

Luego de hundirlos en el agua hirviendo y de un período de sufrimiento, los combatientes de ISIS sentenciados fueron ejecutados con disparos en la cabeza.

Según un informe del diario británico Daily Mail, no es la primera vez que los yihadistas utilizan ese método para matar o torturar. Un adolescente kurdo que fue secuestrado por ISIS tras ser vendido como esclavo en una “subasta de vírgenes” y recuperar luego su libertad, explicó a las autoridades que junto con su pequeña hermana, fueron violados reiteradas veces y que el uso de agua hirviendo era habitual para torturar a sus prisioneros y esclavos.