El color del polo norte de Saturno cambia y te contamos por qué

Los científicos creen que el cambio de color, del azul al amarillo, se debe al ciclo de las estaciones, pues el polo norte se acerca al solsticio de verano

En casi cuatro años, desde noviembre de 2012 hasta septiembre de 2016, la región boreal de Saturno ha mutado de color: del gris azulado al amarillo dorado. Las imágenes han sido tomadas con la cámara gran angular de la nave Cassini, la que captura vistas panorámicas de Saturno y de sus misteriosos anillos. Los astrónomos buscan una explicación…

Llama la atención el impecable hexágono que persiste en el polo norte de Saturno, el segundo planeta más grande del Sistema Solar. Los especialistas creen que es la consecuencia de un flujo turbulento: fluidos rotando a distintas velocidades o caóticamente consiguen formar figuras geométricas. El hexágono mágico mide unos 25.000 kilómetros de un extremo al otro.

Los científicos creen que el cambio de color se debe al ciclo de las estaciones. Saturno pasa del azul al amarillo debido al incremento de bruma fotoquímica que se produce en la atmósfera del polo norte al aproximarse al solsticio de verano, en mayo de 2017. El hexágono, que es una fuerte y estrecha corriente de aire concentrada en el polo norte, podría actuar como barrera, impidiendo la entrada de partículas brumosas producidas en el exterior del mismo.

Durante la noche invernal y polar, entre noviembre de 1995 y agosto de 2009, la atmósfera del polo norte saturniano quedó libre de aerosoles producidos por reacciones fotoquímicas, en las que intervienen la luz solar y la atmósfera. El planeta experimentó un equinoccio en agosto de 2009 y, desde entonces, la atmósfera polar ha ido recibiendo luz solar continua y los aerosoles se han ido produciendo en el interior del hexágono, alrededor del polo norte, de ahí ese aspecto difuso que presenta actualmente.

También podrían intervenir otros factores, por ejemplo los cambios en la circulación atmosférica. El calentamiento solar variable a lo largo de las estaciones probablemente influye en los vientos que azotan las regiones polares, según informó la NASA el pasado viernes.