Dos mujeres transgénero ya forman parte de las Fuerzas Armadas

A la pionera, la suboficial Sofía Rodríguez, se le sumó otra mujer trans que ejerce como personal civil de la Armada. Y las políticas de género del ministerio de Defensa apuntan a una apertura cada vez mayor.

Los vientos de cambio soplan hasta en los lugares más amurallados por la tradición. Como las Fuerzas Armadas Argentinas, donde poco a poco la tolerancia a la diversidad sexual comienza a hacerse sentir.
Así, desde la Dirección de Políticas de Género del Ministerio de Defensa afirman que ya hay una mujer trans trabajando como personal civil de la Armada en Puerto Belgrano y otra ejerciendo como suboficial de la Fuerza Aérea.

Ambas comenzaron su carrera militar como personas de sexo masculino y decidieron transicionar de género luego de varios años de pertenencia a las fuerzas.

SOFÍA, LA PIONERA

La historia de vida de la suboficial trans de la Fuerza Aérea Sofía Rodríguez fue uno de los ejes de una charla TEDx oficiada por Carolina Urtea, directora de políticas de género del Ministerio de Defensa.

Allí, Urtea relata que Rodríguez “desde chica se sintió diferente” y “recorrió varios psicólogos para tratar de encajar en los roles establecidos”.

Empujada por una crianza estricta y tradicional, se inscribió en la Escuela de Suboficiales pero abandonó luego de un año. Sin embargo, decidió comenzar de nuevo en un colegio militar menos estricto para darle el gusto a su padre.

“El día de su egreso vio el orgullo de su familia y decidió continuar con su carrera militar”, relata Urtea. “Su vocación no estuvo ahí desde siempre pero fue creciendo paso a paso y hoy se siente orgullosa de formar parte de la Fuerza Aérea”.
La muerte de la madre de Sofía en el 2000, sumada a su decisión de encarar terapia psicológica y al hecho de haber conocido a su pareja la llevaron a tomar la decisión que le cambiaría la vida: comenzar su transición al género femenino.

“El primer paso fue contárselo a su jefe, un oficial militar de otra época, un varón criado en otro paradigma que sin embargo la apoyó. Y ese apoyo terminó convirtiéndose en institucional”, subraya Urtea. “Y a pesar de que un pequeño grupo nunca la aceptó y la seguía llamando por el apellido para no confundirse, Sofía es la primer militar transgénero argentina y hoy viste orgullosa su uniforme de mujer luego de 20 años de vestir uniforme de hombre y no poder reconocerse”.

CAMBIO DE ACTITUD

La historia de Sofía, sin embargo, no podría haber sido posible sin una progresiva apertura de las Fuerzas Armadas argentinas a cuestiones de diversidad de género.

Ya en el 2011 la en aquel entonces ministra de Defensa, Nilda Garré, había instruido a los jefes de todas las fuerzas de seguridad a brindar “un trato acorde a la identidad autopercibida a las personas que así lo soliciten”, incluyendo uso de uniformes, utilización de cuartos, baños y vestuarios, y asignación de tareas.

Y actualmente, el Informe de Diversidad 2017 del Ministerio de Defensa establece que se requirió a las tres fuerzas adecuar sus reglamentos y formularios a la Ley de Matrimonio Igualitario y se instó al Jefe del Estado Mayor del Ejército a comprometerse a modificar el protocolo de ingreso de esa fuerza a la luz de la Ley de Identidad de Género.

Mientras tanto, las oficinas de género de las fuerzas armadas y del Ministerio de Defensa apuntan actualmente a brindar seguimiento y contención al personal civil o militar que decida cambiar su género, además de recibir y tramitar casos de discriminación por orientación sexual.