Dólares en créditos a disposición del Gobierno para hacer frente a la crisis

Son créditos con la CAF y el BID que se destinarán a cubrir el programa financiero y a mejoras institucionales. Forman parte del paquete anunciado junto con el préstamo del FMI.

El Gobierno tendrá a disposición u$s2050 millones adicionales en créditos con organismos multilaterales, según se desprende de cuatro decretos publicados en el Boletín Oficial de este martes.

La Corporación Andina de Fomento (CAF) aportará el grueso del financiamiento: u$s1650 millones. El Banco Interamericano de Desarrollo (BID) prestará u$s400 millones adicionales.

El decreto 764 aprueba el Convenio de Línea de Crédito Contingente no Comprometida con la CAF. En pocas palabras, el organismo prestará dinero para dos programas de asistencia financiera, por u$s750 millones cada uno.

El primero está destinado a brindar “apoyo presupuestario al Gobierno de la Argentina para fortalecer su estrategia de gestión de deuda pública ante la ocurrencia de choques externos”.

El segundo, a “apoyar el Programa de Financiamiento de la Gestión Fiscal de los años 2018 y 2019 (…) en condiciones financieras similares a las observadas en los mercados financieros internacionales en el último trimestre de 2017 y el primer bimestre de 2018”, es decir, cuando la Argentina podía endeudarse a las tasas más bajas de su historia.

La CAF prestará otros u$s150 millones para el “Programa de Desarrollo del mercado de capitales para financiamiento productivo”, según el decreto 766. Independientemente de la asignación específica del crédito, esos dólares ingresarán al mercado de cambios local y ayudarán a contener la demanda de divisas.

Lo mismo ocurre con dos préstamos del BID que también tienen una asignación concreta y se oficializaron mediante los decretos 762 y 765. El primero dispone que se recibirán u$s100 millones para el “Programa de mejora de capacidad de gestión de AFIP”. El segundo rubrica la llegada de otros u$s300 millones para el “Programa para impulsar el crecimiento”, en el que se describen acciones de mejoras de procesos para “fomentar la inversión pública y privada”.

El 7 de junio pasado, cuando el Gobierno anunció el préstamo con el FMI por u$s50.000 millones, presentó también distintos acuerdos con organismos multilaterales (Banco Mundial, BID y CAF) por otros u$s5650 millones. Fueron las últimas gestiones que llevó adelante Luis Caputo como ministro de Finanzas, antes de saltar a la oficina del Banco Central.

El dinero -sobre todo, los u$s1500 millones de la CAF- ayudará a cerrar la brecha financiera, en momentos en que los bancos de inversión del extranjero dudan de las posibilidades que tiene el Gobierno de cumplir con los vencimientos de deuda de corto plazo. Dicho de forma más cruda: las entidades financieras que fueron hasta hace poco las principales aliadas del Gobierno en Wall Street comienzan a asignar probabilidades de default a la deuda argentina, lo que empujó hacia arriba las tasas de interés que le exigen a Mauricio Macri para prestarle más dinero.

El Ejecutivo necesita disipar dudas sobre el programa financiero para disminuir las presiones devaluatorias y alejar el fantasma de default.

Eso motivó que el vicejefe de Gabinete, Mario Quintana, el vicepresidente del BCRA, Gustavo Cañonero, y el secretario de Finanzas, Santiago Bausili, viajaran a fines de la semana pasada a Nueva York para reunirse con inversores.

Los funcionarios bajaron un mensaje concreto: con el dinero del FMI, las necesidades financieras para 2019, de u$s 7500 millones, son manejables. Aunque el banco JP Morgan estima que se requerirá el doble de ese dinero.

Ante las preguntas de los banqueros, el Gobierno dijo que podrá recurrir a otras alternativas en caso de un escenario más adverso: una línea de contingencia con el Tesoro de Estados Unidos o un pedido al FMI para adelantar fondos comprometidos para los años siguientes.

En paralelo, el Banco Central negocia ampliar un swap cambiario con China por u$s4000 millones, que fortalecerían las reservas.