DOCENTE DE LA UBA DERRIBA MITOS DEL DENGUE: EL MOSQUITO NO ESTÁ EN PLAZAS Y FUMIGAR PUEDE SER POCO EFECTIVO

El mosquito Aedes Aegypti es intradomiciliario, no está en plazas y parques sino en el fondo de casas con patio o jardín, donde se crían dentro de recipientes arrumbados e inútiles, advirtió un experto de la Facultad de Ciencias Veterinarias de la Universidad de Buenos Aires que se propuso derribar mitos del virus que ya afectó a 16 mil personas en el país.

En diálogo con Télam, Edgardo Marcos, subdirector por 20 años (1995-2015) del Instituto de Zoonosis “Luis Pasteur” y profesor de de Salud Pública de la universidad recalcó que “no hay que fumigar y que la foto de cuadrillas realizando esa actividad en plazas y parques no hacen más que confundir”.
“En plazas y parques hay mosquitos pero no el Aedes Aegypti, que es el que transmite el virus del dengue el zika y el chikungunya. Para frenar el avance de estas enfermedades hay que eliminar los recipientes inútiles que quedan abandonados en patios y jardines de las casas”, precisó Marcos.
Otro mito, añadió el docente y ex director del Instituto Pasteur, “es pensar que esos criaderos -que se forman en las paredes de los recipientes rotos que quedan en los fondos de las casas- proliferan en las villas y barrios más pobres”.
“De ninguna manera. Los mapas de la Ciudad de Buenos Aires de 1995 a esta parte muestran al Aedes Aegypti en barrios de casas bajas de clase media y media alta, que son las que tienen patios y jardines”, acotó Marcos, que brindó una conferencia abierta organizada por el área de extensión universitaria de la facultad que reunió a una centena de profesores y futuros veterinarios.
El docente se refirió a que el mosquito “debe combatirse con la identificación y eliminación de esos recipientes en patios, terrazas y jardines”.
“Fumigar es meter veneno en el ambiente, mata sólo al mosquito adulto, y encima puede eliminar a muchísimos predadores del Aedes Aegypti”, estimó el docente universitario que por ese motivo tampoco aconseja que en los hogares las personas fumiguen.
La foto de gente fumigando plazas y parques “que aparece cada vez que sale una nota sobre dengue contribuye a empeorar la actual situación porque el que la lee piensa que el gobierno se está ocupando y se relaja. Nada más errado que eso”, estimó el veterinario.
“En la Ciudad estamos fumigando en lugares y momentos inadecuados. No se justifica. Es una medida extrema y, si se decide hacer igual, hay que hacerla bien”, advirtió Marcos.
Fumigar viene de “fumo” o “humo”, y remite a los años ’50, cuando se aplicaba el DDT (compuesto presente en insecticidas), que generaba una nube de humo blanco, lo que hoy quedó en desuso, explicó el doctor en Veterinaria.
Hoy en día la fumigación se realiza por asperción: mediante una máquina que produce gotas muy pequeñas que impactan en el mosquito en vuelo, lo que exige que se haga en horarios propicios, cosa que no ocurre en esta campaña, que trabaja hasta a plena luz del sol.
“El Aedes Aegypti no está ni a esas horas ni en esos lugares”, recalcó el docente universitario.
A diferencia de las hembras de otros mosquitos, que desovan en el agua, la hembra del Aedes Aegypti lo hace en las paredes rígidas y artificiales de los recipientes capaces de contener agua, explicó el profesor y añadió: “Después, cuando llueve, el agua hará lo suyo para que ese huevo se desarrolle en larva”.
Los machos y hembras del Aedes Aegypti se alimentan de jugos de vegetales de pastos y plantas por eso el mosquito que puede causar dengue está en jardines; y sólo la hembra necesita proteínas después de copular por ese motivo pica a las personas para sacar sangre.