Ángel Di María está marcado como otros tantos jugadores del actual plantel de la Selección argentina. Las finales perdidas en los últimos tres años, ante Alemania y Chile (Brasil 2014 y Copas Américas), son tragos amargos que futbolistas como Lionel Messi, Gonzalo Higuaín, Javier Mascherano o Sergio Romero no podrán olvidar nunca. En esa lista entra el Fideo.
Angelito había tenido un muy buen Mundial en Brasil, pero en cuartos ante Bélgica se lesionó. Y en la final, ante Alemania, no pudo estar. Ante Chile, en el país trasandino, sufrió una lesión también en el partido decisivo. Y este año, en la Copa América Centenario, no estuvo a la altura de un encuentro tan trascendental. Y él se siente responsable por su nivel.
“Cuando Lionel (Messi) dijo que no volvía más a la Selección, pensé en tomar la misma decisión. Creo que son cosas del momento que se te cruzan por la cabeza. Una vez podés perder una final, pero tres seguidas es otra cosa. Pensé en dejar, pero mi mujer y mi viejo me frenaron”, confesó, dolido, en TyC Sports.
Para Edgardo Bauza, Di María es fundamental. Es su extremo izquierdo. Pero él sabe que volver a perder una final sería un golpe imposible de asimilar: “Si pasa eso, creo que no vuelvo. El sabor amargo todavía dura, pero así son las cosas. No queda otra más que seguir peleando para hacer las cosas bien”.
