Cuándo un niño llora ¿qué sucede en su cerebro?

A muchas personas les resulta realmente imposible no reaccionar o no sentirse conmovidas en extremo ante el llanto de un niño. Sin embargo, esto no es algo que le suceda por igual a todo el mundo.

Entonces, ¿de qué depende esa respuesta?, ¿acaso no somos todos igual de sensibles? Parece que algunas teorías proponen que existen diferencias en nuestra responsividad a los estímulos del entorno. Sería interesante analizar si estas diferencias dependen de nuestra personalidad y si esto se refleja de algún modo a nivel cerebral.

Un estudio reciente llevado a cabo por Isabella Mutschler, de la Universidad de Basel en Suiza, y otros colaboradores, ha intentado estudiar la relación entre el neuroticismo (un rasgo de personalidad) y las respuestas fisiológicas en el cerebro ante el llanto de los niños.

El neuroticismo se define como una tendencia estable en nuestra forma de ser que nos lleva a experimentar emociones negativas, elevada ansiedad y tensión, preocupación e inestabilidad emocional. En el experimento de Mutschler participaron 102 mujeres sanas a las que se midió la conductancia de la piel y se les realizó una resonancia magnética funcional que permitiera medir su nivel de oxígeno en sangre cerebral mientras se les ponía un vídeo de niños llorando.

Los resultados del experimento, publicados recientemente en PLoS ONE (2016), mostraron que ante el llanto de un niño, las áreas cerebrales relacionadas con las emociones (amígdala e ínsula anterior) aumentaban la respuesta de oxígeno en sangre mientras que otras zonas asociadas con respuestas como la habituación (giro fusiforme, giro temporal medial, giro temporal superior o hipocampo, entre otras) disminuían dicha respuesta.

Además, las mujeres que puntuaron más alto en el rasgo neuroticismo mostraron una mayor actividad en la amígdala y el cíngulo anterior cuando estaban viendo los vídeos, y también tuvieron una mayor respuesta de conductancia de la piel (lo que se asocia con una mayor respuesta emocional).

Son datos interesantes que nos ayudan a comprender el comportamiento humano, y eso siempre es importante. El cerebro sigue siendo un órgano sorprendente e investigarlo es una labor fundamental para conocernos mejor.

Por: Marisa Fernández Sánchez, Senior Neuropsychologist, Unobrain