En una declaración fuera de su despacho de Downing Street, la líder conservadora dijo que este último ataque en el barrio de Finsbury Park, en el norte de la capital, “es un recordatorio de que el terrorismo, los extremismos y el odio adoptan muchas formas” al tiempo que incidió en la “determinación” del Gobierno en “erradicarlos, sin importar quién sea el responsable”.
May se dirigió al país tras haber presidido una reunión con su comité de emergencia en respuesta al ataque, en el que una persona murió y diez resultaron heridas, si bien Scotland Yard aún tiene que confirmar que ese fallecimiento está vinculado directamente a lo ocurrido.