El Tribunal Penal Uno de Oberá condenó a prisión perpetua para los dos acusados del homicidio Ángel Altísimo (44): Rosa Pereyra Da Costa (44) y Lovis Ferreyra (35). La sentencia se dio a conocer hace minutos en el juicio oral y público que se llevó a cabo en la Capital del Monte.
Como viene desarrollando este medio la primera era la mujer de la víctima al momento del hecho y está señalada como la persona que orquestó y pagó para que Ferreyra, convicto con salidas transitorias, cometa el crimen a disparos. Ella negó las acusaciones y vertió una coartada poco convincente, mientras que el acusado decidió guardar silencio.
Según el requerimiento de elevación a juicio, en la noche del 22 de junio de 2013, alrededor de las 21.30, Ángel Altísimo fue asesinado a tiros por Lovis Ferreyra, quien previamente recibió una suma de dinero por parte de la concubina de la víctima.
Al momento del hecho el homicida gozaba de salidas transitorias de la Unidad Penal II por una condena previa por un robo calificado. Precisamente, en la instrucción del caso quedó probado que Pereyra Da Costa y su concubino discutían mucho por celos, el hombre le reprochaba sus salidas y llegó a sacarle el celular. La mujer quería irse de la casa.
Por allegados de la zona, en un momento dado la acusada tomó contacto con tres presos de la cárcel de Oberá, entre ellos Ferreyra, a quien le pidió que asesine a su marido. Le proveyó un arma y dinero. Durante la instrucción, la acusada declaró: “Nunca nos llevamos bien con mi marido. Él no funcionaba en la cama”.
Asimismo, reconoció que mandó a matar a su pareja, aunque luego se arrepintió. De todas formas, argumentó que “el trabajo” se hizo porque el sicario “me presionaba”. Le dije que haga nomás el trabajo. Que mate a mi marido”, confirmó la acusada.
El día del hecho era sábado y Ferreyra estaba en transitoria. Si bien aseguró que se hallaba en San Vicente, la antena de celular lo ubicó en la escena del crimen. En tanto, el cotejo de llamadas confirmó innumerables contactos entre los imputados.