En la Ciudad de Buenos Aires, se desarrolla el encuentro denominado “E2030: Educación y Habilidades para el Siglo XXI”, organizado por el Ministerio de Educación y Deportes de Argentina y la Oficina Regional de Educación para América Latina y el Caribe. Ayer y hoy, en el Palacio San Martín, sede de la Cancillería argentina, se debate por el futuro de la educación en Latinoamérica.
Entre los miembros de la región, se encuentra REDUCA, que fue lanzada en 2011, con el compromiso de participar y contribuir en forma activa para que los jóvenes ejerzan su derecho a una educación inclusiva y de calidad. La asociación civil Proyecto Educar 2050 emerge como su representante argentina.
Fundada en 2007, a partir de un un viaje a Chaco que marcaría su punto de partida. La triste realidad los conmovió. La crisis argentina, a comienzos de siglo, había derivado en pobreza y desnutrición. Los docentes de las escuelas se sobreponían estoicamente a las contingencias. Intentaban dar clase pese a las deplorables condiciones. En ese momento, vieron en la educación la única vía para atacar las problemáticas que acechaban.
Educar 2050. Su nombre hace referencia a la ambición de su objetivo primordial: posicionar a Argentina como uno de los 5 países de mayor calidad educativa antes de 2050. “La mejora en calidad se ha demostrado internacionalmente que se puede lograr en 10 años; en algunos casos excepcionales en 6. Nosotros nos ocupamos de realizar una clara transmisión de las necesidades a la sociedad para que sea ella la que se lo reclame al poder político. Se puede lograr siempre y cuando el ciudadano lo grite”, dijo a Infobae Manuel Alvarez Trongé, presidente de Educar 2050.
La iniciativa tuvo siempre como búsqueda influir en la política pública para cruzar la barrera del puñado de colegios a su alcance y abarcar las 50 mil escuelas del país. “Argentina no está acostumbrada a trabajar a largo plazo. Se queda en planes de gobierno y no en planes de políticas de Estado. La educación debería ser un tema que nos una más allá de los colores políticos”, señaló Álvarez Trongé.
Educar 2050 trabaja en 4 vías de acción. Comunicación, en primer lugar. Tanto a través de sus redes sociales, como su página web, blog y medios de comunicación en general, se encargan de difundir información educativa que incluye reclamos concretos. Luego sigue el trabajo de campo. Entre sus acciones más destacadas, se encuentra “Capacitación de directores” ya que, creen, que a una buena cabeza le sucede un círculo virtuoso.
Articulación es su tercera vía de acción. La iniciativa “Primero educación” reúne a más de 40 ONG’s que trabajan en educación en Argentina para bajar un lineamiento de reclamos unánime. La última área es investigación, en la cual realizan papers con propuestas y monitoreo. Hacen rendición de cuentas. Revisan si lo consignado por la ley finalmente se cumple.
A fines del año pasado, una noticia sacudía la realidad nacional. Argentina había sido excluido de las pruebas internacionales PISA por un error grosero en la muestra. “Es muy grave lo que pasó en PISA porque no obtuvimos la información. Podemos llegar a tener un problema muy serio y no lo estamos viendo por un error serio en el análisis. Como ciudadanos, tenemos que reclamar por datos objetivos que nos muestren la realidad”, remarcó.
De acuerdo al responsable de la asociación, a lo largo de los 10 años de funcionamiento, se registraron algunos avances significativos. “Hubo mejoras notorias en el Chaco, en la Ciudad de Buenos Aires, en el Noreste del país. Por caso, Santa Fe recibió premios internacionales producto de su crecimiento educativo”. A su vez, un documento reciente ubica a Argentina como uno de los países que mayor potencial de crecimiento en pocos años, especialmente en la educación terciaria.
Las buenas intenciones en educación, a veces, chocan con otras prioridades efectistas del poder político. Álvarez Trongé indicó: “Hay ejemplos de políticos que ven a la educación como una vía de acceso a la reforma social que necesita Argentina, pero faltan hechos concretos. No nos podemos quedar con la declaración hipócrita porque todos coincidimos en su importancia. Nosotros queremos pasos a seguir claros y acciones precisas”.
Por Maximiliano Fernandez
