En su nuevo rol como presidente del Banco Central, Luis Caputo activa su plan para tratar de frenar la suba del dólar en una semana caliente, entre el mega vencimiento de las Lebac y el primer desembolso del FMI. Una de las medidas clave es la licitación de Bonos de la Nación Argentina en moneda dual -pesos y dólares- y Bonos del Tesoro en pesos (Bote) a tasa fija por U$S 4 mil millones en total, para tratar de descomprimir la demanda de la divisa norteamericana.
Además entre junio y julio se subirán cinco puntos los encajes bancarios, la porción de fondos que los bancos deben tener inmovilizados para garantizar la provisión de fondos a los clientes, de modo de hacer frente a los retiros de efectivo por parte del público. Justamente con las licitaciones de bonos el Gobierno empezará a desarmar las Lebac (esta semana vencen títulos por $ 530 mil millones). El equipo del nuevo titular del Central acordó con los bancos, que poseen la mitad de estos bonos, que sean reemplazadas por los nuevos títulos públicos, con plazo de uno a dos años y que podrán usarse para integrar los encajes.
El Gobierno además apuesta al aumento de liquidación de divisas de los exportadores de cereales, que vendieron US$ 2300 millones en lo que va del mes y que llegarían a U$S 4 mil millones hasta fin de julio. Así durante mes y el próximo las empresas del sector volcarían un 40% más de divisas con respecto al período anterior, según datos de la Cámara de la Industria Aceitera y el Centro de Exportadores de Cereales (Ciara-CEC) a los que accedió La Nación.
Además se venderán U$S 7.500 millones provenientes del FMI a través de un mecanismo de subastas realizadas por el Central. Serán ventas diarias, preanunciadas, que hará el organismo encabezado por Caputo a solicitud del Tesoro, como lo anunció la semana pasada el ministro de Hacienda y Finanzas Nicolás Dujovne. El funcionario vaticinó que esta medida bajará “abruptamente” la volatilidad de la cotización de la divisa.
Para el próximo miércoles -que será feriado, sin actividad cambiaria- el directorio del FMI aprobará formalmente el préstamo de U$S 50 mil millones para la Argentina y dispondrá la primera transferencia, por U$S 15.000 millones. Se trata de fondos clave para el Gobierno, que cubrirán las necesidades hasta el fin de la gestión del presidente Mauricio Macri, en un contexto de alto déficit fiscal que el Ejecutivo busca recortar.
El mismo miércoles además la empresa MSCI (Morgan Stanley Capital Investment) definirá si la Argentina se mantiene como economía de “frontera” o vuelve a ser mercado “emergente”. Los índices que determina la firma son los que usan los fondos de inversión para decidir el destino del dinero.
El índice de “emergentes” es replicado por las carteras de fondos, lo que genera flujos de inversión automáticos, por lo que es clave para la Argentina poder entrar a ese grupo. En este caso, en pocas semanas los fondos de inversión podrían redirigirse hacia el mercado local.