¿Afectan los viajes a nuestras mascotas?

Quienes en sus desplazamientos cuenten siempre con alguna mascota como compañera de viaje sabrán que estas no son inmunes a los vaivenes del vehículo.

Como nos ocurre a muchos de nosotros, los perros y los gatos también se marean y no es raro que, después de permanecer inmóviles largo rato o bostezar frecuentemente, terminen vomitando el contenido de su estómago en el asiento trasero del coche de su dueño.

También debemos tener en cuenta que los efectos son más comunes en los cachorros y mascotas jóvenes que en aquellas que ya son adultas, ya que la estructura ósea del oído responsable de mantener el equilibrio aún no se ha formado completamente.

Los vómitos pueden persistir en el caso de los perros incluso con el paso de los años, ya que a veces asocian los viajes con las náuseas, por lo que se aconseja cambiar de vehículo o llevarlos de vez en cuando a un lugar agradable en el mismo.

Los preparativos y el cambio de entorno son también un motivo de estrés para los animales y, aunque algunos son más sensibles que otros, incluso un corto desplazamiento para ir al veterinario puede trastornarles el ánimo.