Revista Science divulga por primera vez dos hallazgos originales de Argentina

Un mecanismo que conecta neuronas nuevas y el primer receptor de temperatura de plantas son trabajos de investigadores argentinos del Conicet, desarrollados en sus laboratorios de la Fundación Instituto Leloir (FIL).

Un mecanismo que conecta neuronas nuevas y el primer receptor de temperatura de plantas son trabajos de investigadores argentinos que acaba de publicados en la revista Science, que por primera vez en sus 136 años como divulgadora de las ciencias da a conocer dos hallazgos originales de Argentina, en simultáneo.

Los logros son de profesionales del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (Conicet), desarrollados en sus laboratorios de la Fundación Instituto Leloir (FIL).

Uno de los estudios, liderado por el doctor en Biología Alejandro Schinder, jefe del Laboratorio de Plasticidad Neuronal del Leloir, reveló el mecanismo por el cual las nuevas neuronas fabricadas por el cerebro adulto se “enchufan” con circuitos del hipocampo que participan del proceso de aprendizaje, informó la agencia CyTA.

“La integración está mediada por un tipo particular de neuronas de asociación, las “interneuronas gabaérgicas”, y se ve favorecida por un ambiente rico en estímulos, agregó el informe.

En el futuro, este avance podría tener aplicación en medicina.

“Así como hay mecanismos que capturan a las neuronas y las incorporan a las redes neuronales del cerebro, el Alzheimer y otras enfermedades neurodegenerativas son un fenómeno donde las neuronas se van muriendo y desconectando. En este contexto, se podría especular acerca del diseño de estrategias que ayuden a los circuitos a capturar neuronas o, al menos, a reducir la velocidad con la que se desconectan”, explicó Schinder.

La otra investigación, encabezada por Jorge Casal, vicedirector del Instituto de Investigaciones Fisiológicas y Ecológicas Vinculadas a la Agricultura y jefe del Laboratorio de Fisiología Molecular de Plantas del Instituto Leloir, identificó por primera vez que un conocido receptor lumínico de los vegetales (fitocromo B) también actúa como sensor de temperatura.

Esto amplía la precisión de la información de las condiciones ambientales que recibe la planta e influye sobre su desarrollo y crecimiento.

El hallazgo generaría impacto en la productividad agrícola: “Mediante la intervención de los mecanismos moleculares que regulan el sensor de temperatura se podrían crear herramientas para ajustar determinados cultivos a temperaturas para las cuales no están acostumbrados”, afirmó Casal.