Rafael Vehils Ruiz le recomendó al procurador general de la Nación interino, Eduardo Casal, que aplique una sanción de 15 días de suspensión para el fiscal federal de Córdoba Enrique Senestrari, quien pidió en un programa de radio que caiga el gobierno del presidente Mauricio Macri.
El fiscal Vehils Ruiz fue designado como instructor del sumario administrativo iniciado por un pedido del presidente del Colegio de Abogados de la Ciudad de Buenos Aires, Guillermo Lipera. Al analizar el caso, consideró que Senestrari incurrió en “falta de decoro”.
Casal tiene tres posibilidades: desestimar las actuaciones, imponer la sanción que considere conveniente o “decidir la apertura de la instancia ante el Tribunal de Enjuiciamiento del Ministerio Público Fiscal, si los hechos investigados configuran causal de remoción”.
A principios de año, tras la salida de Gils Carbó, se filtró un audio en donde el fiscal federal cordobés lamentaba la salida de la líder de Justicia Legítima y calificaba a su reemplazante en el Ministerio Público como “un hijo de puta”. Por este exabrupto deberá enfrentar otro sumario administrativo.
“Ojalá, ojalá pase, que por supuesto yo lo digo sin ningún tipo de cargo de conciencia, ojalá se termine de caer el gobierno de Temer y llamen a elecciones. Y ojalá que eso permita que de nuevo la sociedad pueda ver una esperanza, ver un político que quiera a la gente y que no la engañe. Y que esto se extienda por toda la región”, había asegurado Senestrari en su columna “La Justicia Rebelada” en el programa radial “El Club de la Pluma”.
“Si se cae Temer, que se lo lleve en la caída de la manito y de un abrazo a Macri también, ¿no?”, repreguntó el conductor Norberto Ganci. Y Senestrari contestó: “A Macri y a todos los políticos que están haciendo estas cosas”.
El desborde verborrágico, impropio para un funcionario que juró “observar la Constitución nacional y las leyes vigentes”, provocó una ola de críticas y denuncias. Días más tarde, intentó desdecirse con una defensa débil: “Lo que quise decir es que democráticamente hay que dejar de votarlo”.
Antes de este escándalo, Senestrari ya había sido protagonista de otro escándalo público. En 2016, le pidió a Germán Garavano que se limpiara la boca luego de que el ministro hiciera alusión –en una entrevista con Infobae– al daño que causó en la Justicia penal la doctrina de Eugenio Zaffaroni.
Recientemente Zaffaroni se sumó a los pedidos para una salida anticipada del poder de Cambiemos y cuando le pidieron explicaciones ensayó una salida similar a la del fiscal cordobés.
“Yo me hago cargo y con orgullo de ser parte de Justicia Legítima y simpatizante de las ideas que defendió el gobierno kirchnerista, nunca lo negué”, dijo el año pasado en una entrevista. Desde aquel momento, se lo pudo ver en diferentes manifestaciones respaldando los reclamos de la agrupación K que ganó terreno en el Poder Judicial durante la presidencia de Cristina Fernández.