Gabriel Corrado y Catherine Fulop vuelven a la pantalla chica argentina

Antes del debut, los actores hablaron con LA NACION sobre el melodrama que protagonizan, la televisión, la novelas extranjeras y el país

El es sinónimo de galán, pasión y melodrama. Ella, de buena onda, empuje y entusiasmo. Cuando se juntan Gabriel Corrado y Catherine Fulop todo resulta explosivo. Alegres, radiantes e inquietos, así se muestran los actores antes de estrenar Por amarte así, la nueva novela que encabezan.
La tira, que arranca hoy, por Telefé, a las 16.30, tendrá en principio 60 capítulos y cuenta entre su elenco con Aylin Prandi, Brenda Asnícar, Gastón Soffritti, Esmeralda Mitre y Héctor Bidonde.

Antes de darle vida al matrimonio de Francisco Olivetti, un abogado exitoso, y Fátima Pellegrini, una malvada contadora, Corrado- quien también cumple el rol de productor- y Fulop hablaron sobre la profesión, la pantalla chica y la competencia actual.

-Tres años después de Taxxi, amores cruzados, vuelven a trabajar juntos. ¿Por qué decidieron repetir la fórmula?

– Gabriel: La elegí porque la quiero y la admiro como profesional. Además de ser una gran compañera, es una fuente de energía que me potencia y hace que el grupo se acomode. Eso es fundamental. Hay gente que es catalizadora de energía. Cathy es una de esas personas.

 

-Catherine: Me siento feliz. Cuando Gabriel me llamó para darme trabajo, sentí que había sembrado algo bueno en él. ¡Cosecharás tu siembra! Es un premio de la vida. Estoy trabajando mucho y hasta mi hija más chica me reclama tiempo, porque se está por graduar y necesita que la ayude con un montón de cosas. Pero hace rato que no hago ficción y no me quería perder esta linda oportunidad de hacer un personaje de mala.

-Gabriel, ¿en qué te fijas a la hora de armar un elenco?

-Gabriel: Me interesa armar un buen grupo con gente que esté entusiasmada. A la mayoría ya los conocía porque trabajamos juntos antes. En el caso de los que no conocía, no necesité hacer un casting, miré otros trabajos que habían hecho y los convoqué. Por ejemplo, con Gastón Soffritti había compartido Noche y Día. Lo que me gusta de él es que me recuerda mucho a mí cuando tenía su edad. Es un chico muy emprendedor.
-¿Qué le puede interesar al público de esta ficción?

-Gabriel: Defino esta novela como un melodrama moderno. Es una gran historia de amor en la que un matrimonio se desmorona sin perder la atracción. Tocamos temas muy complejos con mucha seriedad: la bipolaridad que sufre el personaje de Cathy; la eutanasia, la muerte digna, algo tan hipócritamente tratado por varios gobiernos, por muchos ministros de salud. También nos metemos con el mundo de los abogados, que son los héroes y villanos del momento, que manejan el mundo como si fueran El Padrino. Ninguno de los personajes es absolutamente malo ni absolutamente bueno, como sucede en la vida misma.

– Catherine: No es una historia costumbrista que muestra el barrio. El público no va a ver nada estereotipado.

– ¿Se trabaja diferente cuando se realiza una tira para la tarde?

-Gabriel: El horario de la tarde es una oportunidad para contar una historia con un montón de condimentos que quizá en otros países se emita a otra hora. Uno no trabaja para un horario, sino que hace un proyecto de ficción en el que no se anda cuidando si puede decir esto o aquello.

-¿Sienten que cambió la manera de hacer televisión?

-Gabriel: Antes tenías a los grandes actores y eran intocables. No podías acercarte. Hoy, a mí me encanta trabajar con gente más joven, porque siento que las nuevas generaciones tienen mucho para enseñarme. Aprendo de ellos todo el tiempo. Si creés que te las sabés todas, estás jodido.

-Catherine: En otras épocas, en las telenovelas había más divismo. Creo que ahora tiramos todos para el mismo lado.

– Existen cada vez más plataformas para ver ficciones. ¿Sienten que la competencia es más fuerte?

– Gabriel: La televisión va a seguir midiendo siempre. En su momento se dijo que la televisión iba a matar a la radio y mirala a Cathy, que hace radio hace tres años con mucho éxito. El punto es que puedan convivir todas las tecnologías, las nuevas con las tradicionales. De todas formas, hoy por hoy la televisión sigue siendo la gran pantalla. El que decide es el espectador. Para nosotros, productores de contenidos, lo ideal es que existan cada vez más pantallas, que nos puedan ver por televisión, Internet, Netflix, canales extranjeros.

-¿Qué opinan de la gran cantidad de producciones extranjeras que se emiten acá?

-Catherine: Las novelas turcas y las brasileras vienen como monstruos. Es una pena que eso pase. Ojalá nuestra tira sea un puntapié para que se hagan más novelas nacionales en este horario, para que no nos pongamos tan exigentes, para que no sea necesario separar las aguas del Mar Rojo [en referencia a Moisés y los diez mandamientos]. La gente también mira otras producciones, compra la historia y a los actores que trabajan con el alma y el corazón. Creo que nuestro trabajo va a traspasar la pantalla más allá de que no vamos a abrir ningún mar.

-Gabriel: Es cierto que hay cada vez más latas, pero nuestro fuerte está en la historia, en el libro y en lograr un elenco variopinto.

-¿Qué te llevó a encarar un proyecto propio en un momento en donde todos quieren ir a lo seguro?

-Gabriel: Yo apuesto por la producción pensando que la oportunidad es el motor. Mi mayor aporte es la creatividad, pero el hecho de atraer capitales, hipnotizar gente para que apueste por lo nuestro también es mi trabajo. Vendo desde muy chico, cuando estudiaba medicina, me dedicaba a la venta de ropa. Me encantaba vender. Los actores somos grandes vendedores.

-Llevás 15 años trabajando como productor, ¿qué aprendiste en este tiempo?

-Gabriel: Aprendí que cuando uno ama verdaderamente algo y está convencido de lo que está haciendo, puede hipnotizar al otro. No para engañarlo, sino para entusiasmarlo. No hay nada mejor que entusiasmar a alguien con una historia. Cuando le contás un cuento a un niño, se queda entusiasmado. Tenés que lograr lo mismo cuando le contás un proyecto en diez minutos al programador de un canal. Cuando Tomás Yankelevich me dijo que Por amarte así iba a salir al aire, sentí que gané el mundial 2016.

– Catherine: Doy fe de eso. [Risas] Así está en todas las escenas. El las sabe vender y nosotros le creemos todo.

-Después de tantos años en el medio, ¿todavía los pone nerviosos un estreno?

-Gabriel: Sí, es tremendo. Ya el hecho de enfrentar a la prensa es sentir que te tiran a los leones.

– Catherine: Noto que estamos todos muy nerviosos. Cuando hacemos el lanzamiento ante los periodistas, sabemos que tenemos que mostrar nuestra mejor cara porque este proyecto se tiene que ver [risas].

-¿Siguen viendo sus trabajos o con el paso del tiempo dejaron de hacerlo?

-Gabriel: Veo todo. A veces soy piadoso y a veces muy crítico. Trato de quererme un poco, pero siempre es bueno verse para limar y mejorar al personaje.

– Catherine: Hasta los primeros ocho o diez capítulos, todavía me estoy armando. Recién en el capítulo 15 siento que ya está todo más redondo. Soy muy exigente y siempre después de grabar una escena le pregunto al director qué le pareció, si está todo bien, si está seguro que está todo bien. Se trata de saltar al vacío y confiar.