Razones para estar bien hidratados

Tomar la cantidad suficiente de agua tienen demasiados beneficios importantes como para no hacerlo. Enterate cuáles son y empezá a sumar más vasos a tu vida.

Seguro escuchaste sobre lo importante que es tomar agua, pero ¿consumís la cantidad diaria suficiente?

Según las nuevas Guías Alimentarias para la Población Argentina, se recomienda tomar ocho vasos de agua por día. Si no llegás a esta cantidad diaria, quizá saber lo que pasa cuando no tomás lo suficiente te motive a prestarle más atención a cuánto consumís o a llevarte una botellita en el bolso o cartera que te haga ingerir más.

Ahora, ¿qué le pasa a tu cuerpo si no está bien hidratado?

1. Tu metabolismo se estanca

El doctor Howard Murad, autor del libro The Water Secret (El secreto del agua), descubrió a lo largo de su investigación que la tasa metabólica basal, es decir, las calorías que gastamos al estar en reposo, era mayor cuando las personas se hidrataban más. Por eso, tomar agua hace que el cuerpo queme calorías de forma más eficiente.

2. Te dan más ganas de comer, incluso si no necesitás comer más

Un estudio de 2010 descubrió que los adultos que tomaban dos vasos de agua en las horas previas a sus comidas consumían entre 75% y 90% menos de calorías. De hecho, en el curso de 3 meses, el grupo que se hidrataba mejor perdió peso.

3. Te cuesta más completar las mismas tareas

Una investigación del King’s College en Londres determinó que cuando estamos menos hidratados nuestro cerebro se achica y le cuesta más trabajo realizar tareas sencillas. La buena noticia es que consumir agua le devuelve su tamaño habitual.

4. Tu piel está menos brillante y más arrugada

Murad también descubrió, además de lo del metabolismo, que la piel sufre mucho cuando no bebemos una cantidad adecuada de agua. De hecho, el agua tiene prácticamente un efecto lifting.

5. Tu humor y estado de ánimo no son para nada buenos

Un estudio de 2009 tomó a dos grupos de participantes y los llevó a una clase de ejercicio. A un grupo le pidió que se hidrataran bien y al otro que no tomaran tanta agua. Al finalizar la sesión los participantes del segundo grupo reportaron sentirse enojados, cansados, fatigados e incluso deprimidos.