En la península de Yucatán, México, además de playas soñadas y templos mayas, hay un lugar que atrae la atención de los turistas cada vez más. Se trata de Las Coloradas, un pequeño pueblo cuyos habitantes se dedican a la pesca y a la industria de la sal. Sus playas vírgenes rodeadas de arenas blancas son espectaculares, pero el atractivo principal es la laguna rosa. Literalmente de aguas rosas. Parece que la combinación “sal + microorganismos” resulta esencial para dar esta tonalidad a la laguna.
Aquí, el sobrevuelo de un drone permite un primer acercamiento a la zona
No es complicado llegar: desde Mérida son dos horas y media por la ruta Motul – Tizimin. Lo que sí hay que tener en cuenta es que el lugar no cuenta con infraestructura hotelera. El sitio más cercano para pasar una noche es Río Lagartos.
Las Coloradas es parte de la reserva de la Biosfera de Río Lagartos. Incluso, la zona costera ha sido declarada de protección para las tortugas marinas que se acercan a poner sus huevos.
Si bien no tiene hoteles, el lugar puede visitarse por el día desde Mérida, a sólo dos horas en auto.
Este colorido fenómeno, sin embargo, no es único en el mundo. Hay una laguna roa en Senala, llamada Retba. En Australia se destaca el lago Hillier, en Middle Island, parte del archipiélago Recherche. Y en Kenia, está Magadi. En todas se destacan los elevados niveles de salinidad en las aguas.
