Conflictos de pareja, ¿por qué no nos entendemos?

La realidad es que somos dos sexos diferentes. Compartimos muchas actividades, aficiones o profesiones, pero el estilo comunicativo es algo en lo que no estamos de acuerdo.

El famoso dicho los hombres son de Marte y las mujeres de Venus, cuenta con parte de razón. Hemos nacido en cuerpos diferentes, con dotaciones o habilidades más características de unos o de otros y a la vez, con peculiaridades asombrosas que generan que algunas mujeres posean cualidades de varones, o viceversa. ¿Esto es posible? Sí, lo es.

Imaginemos que, como dice el sexólogo Silberio Sáez en su libro Sexo básico, las mujeres cuenten con una serie de ladrillos rosas, y los hombres con ladrillos azules. Si observamos su pared desde lejos, veremos que son de un color u otro. Sin embargo, en cuanto nos acerquemos, seremos conscientes de que cuentan con ladrillos con tonalidades diferentes, incluso algunos contrarios a su color. Esto se debe a que todos los seres humanos somos únicos, con características que varían a lo largo de un continuo entre los dos sexos.

Mientras que las mujeres tratan de hablar de sus emociones y de entablar un diálogo sin finalidad, los hombres solamente se comunican cuando quieren hallar una solución o realizar una acción determinada.

¿Por qué no logramos entendernos?

Muy sencillo. Tanto hombres como mujeres cuentan con estilos comunicativos muy diferentes, incluso en los patrones, comenta Deborah Tannen, profesora lingüística en la Universidad de Georgetown. Mientras las mujeres tratan de hablar de sus problemas, de sus emociones, y de entablar un diálogo sin finalidad, los hombres solamente se comunican cuando quieren hallar una solución o realizar una acción determinada. Esto puede desembocar en problemas, ya que ellos aportarán soluciones al diálogo de ellas, y ellas se enfadarán creyendo que no las escuchan o entienden. Este círculo sin sentido también generará frustración en el varón, que no sabrá cómo actuar en esta situación.

Por otra parte, las mujeres tienen un lenguaje no verbal más cercano. Son muy expresivas a nivel facial, mueven mucho las manos e incluyen el contacto. Los hombres suelen ser más distantes en estos aspectos. En cuanto a la orientación, las mujeres suelen mirar mucho a los ojos, imitar la postura de su interlocutor y dirigir su asiento hacia esa persona. Mientras que los hombres suelen dejar que sus ojos vaguen por el local donde se encuentran, depositando de vez en cuando la vista en su interlocutor.

La finalidad de interrumpir una conversación también es diferente. Ellas interrumpen para mostrar preocupación, ellos para controlar la conversación, lo que a veces termina en conflictos al ser interpretado como un cambio de tema por parte de las mujeres.

Esto podría hacernos pensar que existen diferencias entre el cerebro masculino y femenino, pero no es cierto. Daphna Joel, profesora de psicología en la Universidad de Tel-Aviv, Israel, realizó un estudio en el que comparó la anatomía de los de 1.400 mujeres y hombres. Sus resultados hallaron que no existen cerebros 100% masculinos o femeninos. “En lo genital hay diferencias según el sexo, pero en el aspecto cerebral, hay muchos tipos”, concluyó.

En resumen, muchos conflictos que se producen en pareja dependen de los estilos comunicativos. Lo que se debe hacer en estos casos es llegar a un acuerdo entre ambos, donde uno cederá ante el otro o encontrarán un punto intermedio. Por ejemplo, la mujer puede contar sus problemas durante media hora, mientras él la escucha. Pasada esa media hora dejarán la conversación y buscarán alguna actividad que les interese realizar.

Las relaciones de pareja no son sencillas, por lo que debemos encontrar el equilibrio.