Conducción autónoma: ¿qué pasa con la gente a la que le gusta conducir?

¿Te gusta conducir? Seguro que este eslogan te suena. Pues tranquilos, que podréis seguir haciéndolo en el futuro.

¿Os suena este T-Rex de cortos brazos? La última campaña de Audi se ha hecho viral en la red gracias a su originalidad. La misma se centra en el programa de coches autónomos que está desarrollando la marca alemana, pero, ¿qué ocurre con aquellos a los que nos gusta conducir?

A muchos de nosotros nos gusta conducir. Sí, los atascos son caóticos en las grandes ciudades, el estrés se dispara y la búsqueda de aparcamiento es en muchas ocasiones todo un castigo, pero también se disparan nuestros niveles de adrenalina y la unión que surge entre cuerpo y máquina nos transmite decenas de sensaciones positivas, sobretodo cuando circulamos por alguna de las mejores carreteras del mundo. ¿Quién dice que no a una solitaria carretera de montaña con varias curvas de noche?

Sin lugar a dudas, la conducción autónoma es un paso adelante en cuanto a movilidad. Toda la industria se dirige a esta meta, que aunque aún es lejana, –se fija el año 2020 como principio de la expansión global de los vehículos autónomos-, avanza con el acelerador pisado a fondo. El 90% de los accidentes de tráfico son responsabilidad de los conductores, por esta razón, la siniestralidad en carretera quedará reducida prácticamente al olvido en la próxima década, la contaminación en las ciudades se verá reducida y los atascos debido a la mejora de la circulación serán muy poco probables, pero, ¿qué pasa con la gente que disfruta conduciendo?

Audi, una de las marcas automotrices más exitosas e innovadoras del mercado, lleva años trabajando en su programa Audi piloted driving. Uno de los principios básicos del mismo es que al menos para la marca alemana, y esperamos que para el resto de la industria, la conducción autónoma sea una elección, no una obligación. Según ellos, los vehículos no se transformarán nunca en simples robots, y el conductor tendrá la oportunidad de tomar sus propias decisiones al volante, como hasta ahora pero con más apoyo tecnológico.

Al igual que en otras industrias como la aeronáutica, la convivencia entre la modalidad manual, asistida y automática sería la opción ideal. Por esta misma razón múltiples compañías apuestan por tecnologías disponibles a día de hoy como detección de peatones, limitación de la velocidad automática según las señales de tráfico, mantenimiento de la conducción por el mismo carril o aparcamiento automático. Opciones que con mejoras y sistemas más potentes a la par que eficientes, nos permitirán dar la bienvenida al futuro de la movilidad.